"Prolongamos nuestras medidas de represalia durante un año a partir de hoy (miércoles)", afirmó el mandatario Vladimir Putin, según un comunicado del Kremlin, respecto al embargo sobre la mayoría de productos alimentarios de países occidentales en respuesta a las sanciones económicas contra Rusia.
La decisión de Moscú se conoce un día después de que la Unión Europea prorrogara hasta enero de 2016 las sanciones económicas impuestas a Rusia por su rol en el conflicto con los separatistas en Ucrania.
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Esas sanciones, que afectan a sectores como la banca, la defensa y la venta de petróleo e impiden que Rusia se financie en los mercados europeos, debían expirar a fines de julio.
La Unión Europea decidió sancionar a Moscú hace cerca de un año tras la anexión de Crimea por Rusia, a la que acusa de apoyar y armar a los separatistas de Ucrania.
Rusia impuso, por su parte, en agosto de 2014 un embargo sobre la mayoría de los productos alimentarios procedentes de los países que aplican sanciones contra ella: Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, Canadá y Noruega.
"Ya lo hemos dicho en varias ocasiones: en las sanciones hay un principio, la reciprocidad", había avisado el lunes el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.