La selección uruguaya sacó a relucir su garra y mayor potencial para eliminar a Italia y clasificar a la segunda ronda eliminando a dos campeones del mundo -antes victoria sobre Inglaterra- y acompañó a la sorprendente Costa Rica. Aunque la alegría por el triunfo se fue apagando ante el hostigamiento sobre Luis Suárez y los tempranos rumores de exclusión del torneo.
El gol de Diego Godín, de cabeza, a pocos minutos del final infló el pecho de los uruguayos, aceleró los corazones, pero una jugada que en la velocidad del juego parecía intrascendente se transformó en determinante: Luis Suárez mordió a Giorgio Chiellini sobre el hombro izquierdo y el defensor italiano mostró a todas las cámaras su herida. El principio del fin para el goleador.
El héroe del triunfo 2-1 sobre Inglaterra, autor de un doblete y goleador de la Premier League con el Liverpool en la temporada 2013/14, dio lugar a la prensa inglesa, su principal enemiga, para iniciar una campaña en su contra. Las redes sociales expandieron sus burlas e indignación. Y la FIFA resolvió echarlo del Mundial y excluirlo del fútbol unas pocas horas después.
Cuatro días más tarde, Uruguay sintió su ausencia a nivel grupal y fue una sombra en la derrota 2-0 de octavos de final frente a Colombia.
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