"Es mejor que haya un mal debate presidencial que no tener uno"

Martin Slutsky, productor de los debates electorales en los EEUU, destacó la importancia de esa herramienta para una democracia. En una conferencia, opinó que se debe presionar a los candidatos para que participen

Universidad de San Andrés 162
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"Es mejor un mal debate que no tener debate". Las palabras resuenan como un dejo de esperanza en una campaña electoral que ya se inició pero que, por ahora, no tiene en su futuro inmediato un debate presidencial. La afirmación no es de un improvisado en el tema, ni un político argentino, ni un asesor estrella. Se trata de Martin Slutsky, organizador de los debates presidenciales en Estados Unidos. Su función estrategica es la de productor ejecutivo de la Comisión de Debates Presidenciales (CPD), y en ese rol participó de las últimas cuatro elecciones generales: 2000, 2004, 2008 y 2012. Sabe de lo que habla.

Slutsky llegó a la Argentina invitado por la Universidad de San Andrés e Infobae participó de una de las charlas que brindó sobre el área en la que se especializa. "En países que están empezando con el sistema de debates, es mejor tener un debate que tener un debate perfecto. Es más importante empezar el proceso para que la gente pueda acostumbrarse", explicó.

En las últimas semanas, se busca que en la Argentina los candidatos presidenciales se comprometan a dar un debate. La situación es compleja pero, según Slutsky, el miedo a debatir por parte de los candidatos ocurre en todos los lugares del mundo y para eso es central "la presión que puedan ejercer los medios". "No hay una ley que diga que deban debatir pero siempre es mejor estar, dejar constancia. Que la gente pueda escuchar, ver cómo reaccionan en situaciones críticas", señaló.

En Río de la Plata, ese código que dice que candidato que lidera las encuestas "no debate" se cimentó como una roca milenaria. "Ese es un problema y no tengo respuesta para eso. La prensa debe crear expectativas para que los candidatos se presenten", sentenció. "Las encuestas son encuestas. Acá y en los Estados Unidos, son adivinanzas. Los candidatos son personas que van a liderar un país... ¿Se van a desmayar en un debate? Deben estar preparados para cosas así y es importante dejar constancia de ello".

Slutsky se siente cómodo cuando habla de políticos. Los conoce y no tiene dudas de que todos están cortados por la misma tijera. En su trayectoria produjo 16 debates presidenciales que fueron vistos por decenas de millones de estadounidenses y transmitidos a diferentes partes del mundo.

Entre sus tareas, seleccionó las sedes universitarias en donde se concretaron los debates, diseñó el formato de encuentro entre candidatos, trabajó con los moderadores, promovió acuerdos con los representantes de los postulantes y produjo la emisión televisiva en directo. También brindó asesoramiento a países como Bosnia, Costa de Marfil, Jamaica, Nigeria, Perú y Serbia. "Si hay que ir detrás de un candidato es importante tener el registro del debate. Que la prensa recuerde lo que se prometió en el debate. Queremos una prensa activa", dijo.

El experto dio un ejemplo sobre la importancia de esa herramienta. El caso ocurrió en Malawi. "El presidente lideraba todas las encuestas y era candidato a ser reelecto. Se negó a participar porque sostenía que no necesitaba debatir porque era el presidente. No fue. Perdió las elecciones. ¿Fue el debate? No lo sé, pero dejó ese registro", indicó.

Slutsky puede pasarse horas contando anécdotas y experiencias pero hay algo que tiene claro: sean como sean, los debates sirven. "Todo indica que la raza humana ya está preparada para sentarse y discutir ideas", observó. Y añadió: "Un mal debate nos va a decir algo sobre aquellas personas que participan. Por lo menos nos dice quiénes son". Según su criterio, un debate demuestra que no todo es "dinero lo que está en juego para que la gente sea elegida" y que hay "algo más".

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Sobre la participación de canales públicos y si deben utilizarse para transmitir los debates, fue claro: "En el mundo, los canales públicos están alineados con el gobierno de turno. Esto es algo que debe anlizarse. En EEUU pasamos a formar un 'pool de empresas' con representantes de todas las cadenas de alcance nacional".

Durante la conferencia se habló del moderador, de las luces, de los micrófonos y de cómo un debate se prepara con seis meses de anticipación. ¿Quiénes deben participar? "Un debate con 10 personas no es un debate. Si de las 10, 7 no tienen chances concretas ni ciertas de llegar a la presidencia, eso arruina escuchar a los que sí tienen esa posibilidad. Los criterios son difíciles. Es más, a veces creo que los debemos disminuir".

"La organización es un esfuerzo de equipo en el que todos deben sentarse en la mesa: canales de televisión, partidos, Estado y periodistas", sentenció. La regla está escrita y el manual ya está siendo utilizado. No es una ciencia, lo dice Slutsky, pero todo indica que en Argentina todavía se espera la fórmula.

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