Jeb Bush, quien fuera gobernador de Florida entre 1999 y 2007, anunció hace una semana que participará en las primarias del Partido Republicano norteamericano. Si logra imponerse sobre sus competidores, uno de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos tendrá un apellido fuerte. Pero las vueltas de la política lo podrían llevar a enfrentarse por el premio mayor ante otro peso pesado: Hillary Clinton, que también deberá ganar las internas de su partido –el Demócrata.
Hijo de George Bush, el presidente de EEUU número 41, y hermano menor de George W. Bush, el número 43, Jeb es conocido por diferir en ciertos asuntos frente a la ortodoxia republicana, explica el diario The New York Times. Por ejemplo, en materia de política exterior, asegura que las fuerzas de combate estadounidenses no deben ser enviadas a Irak para luchar contra el Estado Islámico (ISIS). Sin embargo, considera que algunas tropas deben estar integradas con las fuerzas iraquíes "para ayudarlas a entrenar y para identificar objetivos".
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Asimismo, considera que el acuerdo marco con el que Occidente intenta frenar el avance nuclear de Irán es un "pacto horrible" y, al igual que el resto de los precandidatos republicanos, afirmó que –de convertirse en presidente- probablemente daría marcha atrás con cualquier acuerdo final al que la administración Obama pudiera llegar.
Bush se reconoce a sí mismo como "un partidario incondicional" de Israel y de su actual primer ministro, Benjamin Netanyahu. También se opuso a la normalización de las relaciones entre EEUU y Cuba, una acción emprendida por Obama y Raúl Castro meses atrás, en diciembre de 2014. "En lugar de levantar el embargo, debemos fortalecerlo", aseguró antes del anuncio que luego hicieron los dos mandatarios simultáneamente.
El aspirante a la presidencia cree que a las personas que están en el país ilegalmente se les debe ofrecer un camino hacia la legalización. "Si usted paga sus multas, obtiene permisos de trabajo provisionales", dijo en febrero. Sin embargo, también hizo un llamado, al igual que muchos candidatos republicanos, a una aplicación más dura de las leyes de inmigración, incluyendo la persecución a las empresas que contratan a extranjeros indocumentados.
Al referirse a su oposición a las bodas homosexuales, el ex gobernador de Florida señaló que él cree en el "matrimonio tradicional". Empero, también ha sugerido una apertura a alguna forma de reconocimiento de las uniones del mismo sexo. "Espero que podamos mostrar respeto", dijo, aludiendo a aquellas parejas que buscan comprometerse "de por vida" y buscar así una "mayor protección legal", así como también a los que consideran que "el matrimonio es un sacramento y quieren salvaguardar la libertad religiosa".
Bush se reconoce como "un partidario incondicional" de Israel y de su actual primer ministro, Benjamin Netanyahu
El republicano también se mostró "preocupado" por el cambio climático que afronta el planeta. "Tenemos que trabajar con el resto del mundo para negociar una forma de reducir las emisiones de carbono", subrayó. Esas observaciones lo distinguen de la mayoría de los otros aspirantes presidenciales republicanos, que niegan que el clima esté cambiando o que el calentamiento global sea causado por la conducta humana. Pero Bush también dijo que estaba preocupado por la protección de la economía, advirtiendo acerca del "vaciamiento de nuestra base industrial, el vaciamiento de nuestra capacidad para competir en un mundo cada vez más competitivo".
Bush ha sido un abierto defensor de los estándares educativos nacionales básicos comunes, los cuales fueron destinados a aumentar la competencia en matemática e inglés, pero que han generado una fuerte reacción entre los conservadores que ven en el "Common Core" una extralimitación por parte del gobierno federal. "El aumento de las expectativas y tener una evaluación precisa de donde están parados los niños son esenciales para el éxito", dijo en defensa de las normas.
Aunque centra su mensaje en la desigualdad económica y en el estancamiento de los salarios de la clase media, Bush aún no ha ofrecido propuestas detalladas para hacer frente a estos problemas. Sí ha dicho que intentaría alcanzar una tasa de crecimiento anual de casi el doble, llevándola al 4% para crear nuevos puestos de trabajo. A pesar de que está a favor de la simplificación del código tributario, no ha especificado cómo iba a cambiar el sistema de impuestos federales. Como gobernador, sin embargo, firmó varios recortes de impuestos.
En definitiva, Jeb Bush combina pensamientos típicamente republicanos con otros que se alejan de la ortodoxia del partido. Quizá sea eso -junto con la potencia de su apellido- lo que lo pueda convertir en un candidato atractivo para el conjunto del electorado.