El estadounidense Tiger Woods sorprendió los espectadores del US Open al realizar un golpe tan horrible, que fue difícil de asociarlo con un jugador de golf de su calidad. Levantó tierra, hizo volar su palo y dejó atónitos a los aficionados que asistieron a uno de los torneos más importantes del circuito.
El norteamericano, de 39 años, transitó la primera ronda del Abierto de Estados Unidos en los búnkers del complicado recorrido de Chambers Bay, cercano a Seattle, Washington. El peor momento fue el que se ve en las imágenes, donde golpea con potencia y torpeza, para que su palo vuele por los aires.
Las penurias de Woods, que no acaba de reencontrar su juego y se aleja cada vez más de sus momentos estelares de hace casi una década, han contrastado con el entusiasmo de Dustin Johnson, otro estadounidense que lidera la clasificación junto con el sueco Henrik Stenson.
Tiger, ganador en 2000, 2002 y 2008, no pudo competir el año pasado por una lesión de espalda. En la primera ronda de esta edición, sólo pudo lograr un birdie, en el decimosexto hoyo, y terminó la jornada con 80 golpes, diez sobre el par.
Tendrá que desempolvarse la arena y lograr la hazaña improbable de recuperar al menos ocho golpes durante la segunda jornada para colocarse en medio de la clasificación y vislumbrar la posibilidad de competir hasta el domingo, junto con los mejores golfistas del mundo