"El presidente del tribunal del Estado del Vaticano acusó al ex nuncio apostólico de la República Dominicana Jozef Wesolowski, de nacionalidad polaca. La primera audiencia tendrá lugar el 11 de julio", declaró el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi.
Wesolowski ya se encontraba con arresto domiciliario desde septiembre de 2014, por voluntad del Papa Francisco. Antes ya había sido destituido de su cargo luego expulado del sacerdocio tras un proceso canónico instruido por la Congregación de la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio. El Sumo Pontífice pidió en aquel entonces que este caso "tan grave y delicado sea abordado sin demora".
El juicio que se incia ahora corresponde a la Justicia civil del Vaticano, porque Wesolowski tiene también la nacionalidad vaticana.
El ex nuncio fue acusado por el Vaticano de "graves hechos de abuso a menores en la República Dominicana". El escándalo fue descubierto por un reportaje del programa de investigación de la periodista Nuria Piera, transmitido por los canales de televisión i9/i y i37/i de la República Dominicana, en el que se aseguraba que Wesolowski supuestamente pagaba por mantener relaciones sexuales con menores en el país.
Tras el programa, el cardenal dominicano Nicolás de Jesús López Rodríguez informó que había comunicado directamente al papa Francisco las denuncias sobre Wesolowski, y calificó el asunto de "sumamente grave".
El ahora ex nuncio fue convocado entonces a Roma, luego de que el Papa recibiera un informe que "contenía las acusaciones de abusos a menores y otras cuestiones". De inmediato, Francisco revocó a Wesolowski el cargo diplomático. Luego fue encontrado culpable la Congregación de la Doctrina de la Fe y expulsado de la Iglesia.
El Papa mantuvo, el 7 de julio de 2014, un a href="http://www.infobae.com/2014/07/03/1578063-francisco-recibira-el-vaticano-victimas-curas-pedofilos" rel="noopener noreferrer" encuentro histórico con seis víctimas de abusos sexuales/a cometidos por miembros del clero, y les pidió "perdón" por estos "pecados de omisión", que calificó de "crímenes graves". Además, en abril del año pasado Jorge Bergoglio se disculpó por estos escándalos que han enturbiado la imagen de la Iglesia católica ante la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE).