Es el tipo de cáncer más frecuente en los hombres y a diferencia de otras patologías oncológicas, es una enfermedad muy heterogénea. La importancia de la detección temprana en el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se conmemora los 11 de junio.
La próstata forma parte del aparato reproductor masculino y se ubica alrededor de la uretra. Su función es la de producir un líquido que protege y nutre a los espermatozoides. en general se recomienda un control anual en pacientes sin síntomas, desde los 50 años o desde los 40 en si poseen antecedentes familiares.
El doctor Alberto Villaronga (MN 48217), jefe de Cirugía Urológica del Instituto Alexander Fleming, responde a tres preguntas medulares sobre esta enfermedad.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo?
Hay 3 factores de riesgo que influyen en el desarrollo del cáncer de próstata: antecedentes familiares, edad y raza.
Los hombres que tengan un familiar que sufrió la enfermedad -padre, tíos, hermanos- tienen mayor riesgo estadístico. Sin embargo, no son claras las alteraciones genéticas que lo produce y en muchos casos no se puede demostrar la relación familiar. Referente a la edad, son raros los casos antes de los 50 años. Entre los 50 y 60 años se presentan casos y, con mayor frecuencia, entre los 60 y 75 años. En tanto, la raza negra tiene una incidencia de casi el doble que la blanca, en tanto que los orientales son los que con menos frecuencia sufren el cáncer de próstata.
Estos 3 factores son inmodificables por el individuo que quiera hacer algo para evitar sufrir cáncer de próstata. El tabaquismo, la obesidad, la alimentación y la exposición a tóxicos ambientales o laborales, se pueden modificar, pero al ser estudiados, no demuestran una incidencia clara de riesgo.
¿Qué avances concretos se presentan para combatirlo?
En la enfermedad localizada a la próstata se ha avanzado en cuanto a la selección de pacientes a tratar, controlando a los pacientes con cáncer de próstata de muy bajo riesgo, o enfermedad clínicamente no significativa, o en pacientes de edad avanzada.
A los que se deben tratar, se ha avanzado en técnicas quirúrgicas de extirpación de la glándula, disminuyendo el riesgo de incontinencia de orina y alteraciones de la potencia sexual. También se han desarrollado las técnicas de cirugía laparoscópica y robótica. La radioterapia es cada vez más localizada a la glándula, disminuyendo la toxicidad en vejiga y recto, lo que permite alcanzar mayores dosis terapéuticas.
En cuanto a enfermedad avanzada, se han presentado nuevas drogas, muy efectivas para bloquear a los andrógenos, que son las hormonas que estimulan el cáncer de próstata. La quimioterapia también presenta opciones de indicarse sola o asociada a hormonoterapia en tratamientos de mayor efectividad.
¿Cómo evolucionarán los índices de incidencia, sobrevida y curación en el mediano y largo plazo?
La incidencia es difícil de modificar, pero se siguen estudiando factores de riesgo. Los índices de curación en enfermedad localizada son muy altos y la tendencia es disminuir los efectos adversos tanto de la cirugía como de la radioterapia. Los índices de sobrevida están mejorando y van a seguir mejorando a largo plazo. Cada droga que se incluye en el tratamiento del cáncer de próstata ha demostrado mejorías significativas en la sobrevida. Prácticamente todos los años disponemos de una nueva droga que se utilizará sola o asociada en protocolos cada vez más efectivos.