En medio del escándalo internacional que involucra a funcionarios de la FIFA por corrupción, el organismo rector del fútbol mundial, los Estados Unidos aguardan el estreno de una polémica película que relata la historia desde el primer al último presidente, el suizo Joseph Blatter.
La película se llama iUnited Passions/i (Pasiones unidas) y trata sobre la sucesión del trono de la FIFA desde su creación, hace un siglo, a su estado actual. Fue dirigida por Frédéric Auburtin y protagonizada por Gérard Depardieu, Sam Neill y Tim Roth. La entidad cubrió la mayor parte del costo, el cual se estima que asciende a los 30 millones de dólares.
La FIFA llevaba ya un tiempo planteándose la producción de un largometraje sobre su historia; una idea que se remonta a 2004, cuando se le realizó una proposición para coincidir con las celebraciones de nuestro centenario. En 2012, Leuviah Films contactó con el organismo ofreciéndole la propuesta de hacerla. Tras concretarse, se vio en pocos países en 2014 y este viernes llegará a las pantallas grandes norteamericanas.
Blatter, de 79 años, es interpretado en la película por el actor Tim Roth, que tiene 54. Los otros presidentes emblemáticos son Jules Rimet, el primer jefe que es interpretado por Gérard Depardieu, y el brasileño Joao Havelange, en la piel del reconocido actor neozelandés Sam Neill.
De esta forma, la historia se centra en tres personajes centrales: Rimet, presidente de entre 1921 y 1954; Havelange, mandatario desde 1974 hasta 1998 y Blatter, su sucesor y presidente confirmado hasta 2019 en la última votación en Zúrich.
Sin embargo, después del Festival de Cannes de 2014, la película apareció en unos pocos países. Sólo siete pudieron ver United Passions, entre ellos, Rusia y Azerbaiyán. También se mostró en Portugal, Serbia, Hungría, Eslovenia y Ucrania, pero no en Francia, para asombro y la consternación de su director francés.
La película generó muchas críticas, que aumentaron tras el escándalo de corrupción denunciado por la Justicia de los Estados Unidos. El film de la FIFA muestra a dirigentes éticos y democráticos, que pagan salarios de su propio bolsillo en tiempos de crisis.
Incluso, deja mal ubicados a los dirigentes de Inglaterra, a los que les incluyen diálogos racistas al relatar cómo fue la designación de Uruguay como organizador de la primer Copa del Mundo en 1930.
La imagen del Blatter de la pantalla grande, supeditada a los cambios al guión que hizo el suizo original, será juzgada por el público estadounidense a partir de este viernes.