El mundo del fútbol continúa conmocionado por la resonante denuncia de corrupción que presentó la justicia norteamericana, que la semana pasada puso en la mira a numerosos directivos de la FIFA y hombres vinculados al negocio de las transmisiones televisivas de ese deporte.
La noticia impactó en la Argentina de un modo especial desde un primer momento, porque entre los 14 señalados por el Departamento de Justicia había tres empresarios locales. Sin embargo, la novedad es que en realidad son cuatro los argentinos involucrados en el escándalo.
El cuarto argentino es José "Lázaro" Margulies, un empresario que nació en Buenos Aires hace 75 años, pero a los 25 se fue a vivir a Brasil; en ese país se nacionalizó y se desarrolló como empresario en el área de la transmisión de eventos deportivos. Esta persona ya formaba parte de la nómina de acusados, pero siempre fue identificado con su segunda ciudadanía.
Los otros tres argentinos implicados en la causa son Alejandro Burzaco (presidente de la empresa Torneos), Hugo y Mariano Jinkis (propietario y vicepresidente de la empresa Full Play), quienes están acusados de pagar 150 millones de dólares en sobornos y comisiones ilegales para obtener los derechos de comercialización lucrativa para los torneos internacionales de fútbol.
A Margulies la justicia norteamericana lo señala como sospechoso de haber negociado pagos ilegales mientras trabajaba en la venta de derechos de retransmisión de la firma de marketing deportivo Traffic. En esa empresa acompañó durante 20 años a J. Hawilla, uno de los arrepentidos que dio datos precisos sobre la existencia de sobornos multimillonarios que se aplicaban para conseguir derechos televisivos de eventos deportivos relevantes a nivel continental; por ejemplo, la Copa América.
Puntualmente, en la causa figura que las compañías Valente Corp. y Somerton Ltd. -donde se desempeñaba- sirvieron como "intermediarios para facilitar pagos ilícitos entre ejecutivos de marketing y autoridades del fútbol".
Margulies también es conocido en Brasil como José Lázaro, debido a que su hermano, Marcus Lázaro, entre 1960 y 1970 se convirtió en un personaje muy conocido por ser promotor de espectáculos protagonizados por artistas locales de renombre como Roberto Carlos, Chico Buarque y Elis Regina, entre otros. Ambos comenzaron a trabajar juntos y organizaron el histórico recital de Queen en el estadio Morumbí.
De vacaciones en Alemania, planea asistir a la final de la Champions League entre Barcelona y Juventus que se llevará a cabo el próximo sábado 6 de junio en Berlín. En diálogo con una radio brasileña aseguró que está al tanto de la investigación por lo que lee en los medios de comunicación, pero juró que aún no recibió ninguna notificación oficial de las autoridades. Aún hoy sostiene que no tiene miedo de ir a prisión porque está "limpio".