"Estoy separada. Hace dos semanas se fue de casa sin una conversación familiar", comenzó diciendo Jimena Barón en diálogo con Todo Noticias luego de que todos esperaran su palabra. La actriz contó que no ve a Daniel Osvaldo desde el 18 de mayo cuando se marchó del hogar que compartían junto a su hijo Morrison.
Antes del recital que dio la actriz, el futbolista de Boca Juniors intentó comunicarse: "Él durante 10 días no me llamó y el jueves que yo tenía un show a la noche tenía 14 llamadas perdidas. No lo atendí porque sabía que era para arruinarme la noche".
Luego agregó: "Yo no quiero estar cubriéndome del padre de mi hijo que me diga que no trabajo, que soy una prostituta. Que quede claro, yo no estoy diciendo: 'él gana esto, a mí me corresponde esto, yo quiero un barco, yo quiero un piso'. Yo quiero un departamento de dos, tres ambientes como tenía antes de conocerlo a él en Palermo, quiero tener mi vida de antes, quiero venir a grabar, dejar a mi hijo con mi familia, con mis amigos, con su familia, que la adoro".
Barón, que actualmente se incorporó al elenco de "Esperanza mía", manifestó: "Se convirtió en un torbellino de persona y de agresiones y de denigrarme. Mi única protección fue decir: 'Bueno, esto se tiene que saber para que pueda parar'".
Cuando le preguntaron si en algún momento tuvo miedo en que sus discusiones pasaran al terreno de la violencia física aseguró que no. "Sé que él tiene una personalidad muy explosiva y desbordante", precisó ya que "es muy celoso". "Daniel es muy cariñoso con Morrison. Siento que acá él tuvo un desequilibrio. Le dije: 'Con tu vida privada podés hacer lo que quieras'. Ahora, ¿que me agreda a mí y que yo no puedo rehacer mi vida? No, chicos, no", concluyó.