"Vestido de estricta etiqueta, impoluto, sin un cabello fuera de lugar, pulcramente perfumado y prácticamente inmóvil. El buen gusto lo rodeaba; champaña, canapés de caviar y refrescante aire acondicionado".
Así comienza el perfil de Eduardo Li Sánchez que publicó la sección Deportes del diario La Nación de Costa Rica en diciembre del año pasado. El hombre, cuyo arresto ha sido solicitado por la Justicia de los Estados Unidos acusado de corrupción, había sido elegido como "el personaje de 2014".
"El buen gusto lo rodeaba; champaña, canapés de caviar y refrescante aire acondicionado"
Este ingeniero de 55 años, nacido en la provincia de Puntarenas, es de origen chino y se graduó en la universidad Regiomontana de Monterrey, en México. Pero su ocupación siempre han sido los negocios familiares y su pasión, el fútbol.
En 2002 decidió aportar a la dirigencia del club de su ciudad, el Municipal Puntarenas. En ese momento, el equipo estaba en la segunda división de su país. Pero esa no era la escala que le gustaba. Quería llevarlo a la élite.
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Como deportivamente no le iba bien, dos años después de iniciar su gestión como dirigente compró la franquicia de la Asociación Deportiva Santa Bárbara -de primera división- y fundó el Puntarenas FC, colocándose como primer presidente.
Apenas le tomó tres años hacerse fuerte en la Federación. Se postuló y ganó la presidencia en 2007, un año después de que la selección tica fracasara en el Mundial de Alemania 2006.