Advierten que ISIS entró a museos de Palmira pero aún no destruyó piezas arqueológicas

El jefe de las antigüedades sirias aseguró que la mayoría de las piezas habían sido trasladadas a Damasco antes de la llegada del grupo. El temor son los grandes sarcófagos, imposibles de mover

AP 163

El grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), que esta semana conquistó la célebre ciudad antigua de Palmira, ingresó el jueves en el museo de la localidad sin destruir las valiosas piezas arqueológicas, afirmó el sábado el jefe de las Antigüedades sirias.

Maamun Abdelkarim indicó, además, que ISIS había plantado su bandera sobre el tejado de la ciudadela mameluca del siglo XIII, que domina la ciudad antigua.

Los yihadistas, que se apoderaron el jueves de Palmira, entraron el mismo día en el museo y "rompieron réplicas de yeso que representan (...) la vida en la era prehistórica".

Luego "volvieron el viernes, cerraron las puertas y colocaron ante ellas a guardias", añadió en conferencia de prensa en Damasco, citando testimonios de habitantes de Palmira.

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Sin embargo, de acuerdo con la misma fuente, la mayoría de las antigüedades del museo fueron sacadas y llevadas a Damasco antes de que el EI tomara el control de Palmira.

"No queda casi nada en el museo", ubicado en la ciudad, fuera del sitio arqueológico de Palmira, agregó Abdelkarim.

"Hemos enviado progresivamente piezas antiguas a Damasco, pero hay enormes piezas como los sarcófagos (a la entrada del museo) que pesan de 3 a 4 toneladas y que no podemos mover. Es eso lo que nos preocupa", añadió.

"Hay enormes piezas como los sarcófagos que pesan de 3 a 4 toneladas y que no podemos mover. Es eso lo que nos preocupa"

Por otra parte, el responsable dijo que "no ha habido movimientos (del ISIS) en el sitio arqueológico", y expresó el deseo de que los yihadistas "no repitan las mismas destrucciones que cometieron en Irak" en los sitios arqueológicos.

Abdelkarim expresó el deseo de que la comunidad internacional "dé su apoyo para salvar" Palmira.

La antigua ciudad de Palmira es famosa por sus columnas romanas, sus templos y sus torres funerarias, vestigios de un brillante pasado.

Situada a 210 km al noreste de Damasco, la "perla del desierto", inscrita por la Unesco en el patrimonio mundial de la humanidad, es un oasis cuyo nombre apareció por primera vez en una tablilla hace 4.000 años, y que fue lugar de tránsito de las caravanas entre el Golfo y el Mediterráneo, así como una etapa en la Ruta de la Seda.

Dentro de la ciudad, la vida ha vuelto a la normalidad. "La circulación volvió a normalizarse el sábado porque la aviación militar del régimen no bombardeó la ciudad", explicó Mohammad Hassan Al Homsi, un ciudadano y militante de Palmira a la AFP.

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Según la agencia oficial Sana, la aviación del régimen llevó a cabo una serie de ataques contra grupos de combatientes de ISIS en el este de la provincia de Homs.

Los combatientes del grupo yihadista "autorizaron a coches a desplazarse hasta Raqa (feudo de ISIS en el norte) vía Al Sajn" para buscar víveres, explicó el militante.

"El ISIS hizo un llamamiento mediante la mezquitas a reanudar el trabajo, y pidió a las mujeres que se pongan" el niqab, el velo que sólo deja los ojos al descubierto, añadió.