El presidente de Colombia se refirió a la decisión de la guerrilla, que suspendió el alto el fuego tras el operativo militar que terminó con la vida de 26 subversivos. "Los resultados preliminares de este operativo son 26 bajas, un menor de edad recuperado, que se encontraba herido y recibió atención médica, además de importante armamento incautado, como 37 fusiles y una ametralladora M-60", dijo Juan Manuel Santos en una declaración.
Santos habló en la Casa de Nariño (Presidencia) rodeado de su saliente ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, nombrado embajador en EEUU, y del mando militar y policial.
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Sobre el bombardeo, el presidente dijo que nadie se puede llamar "a engaños", pues desde que comenzaron los diálogos de paz con las FARC en Cuba, en noviembre de 2012, ha sido claro en que las operaciones contra la subversión "no se detendrían y no se detendrán".
"Esta es una acción legítima del Estado en defensa y protección de la ciudadanía", dijo el mandatario, quien desde un principio ha defendido que la paz se debe negociar en medio de la guerra, sin un cese el fuego bilateral previo, para que la guerrilla no aproveche para fortalecerse militarmente como ha ocurrido en otras negociaciones previas.
Lo contrario piensan los jefes de las FARC, que siempre han reclamado un cese el fuego de ambas partes.
"Señor ministro, señores generales: esta ha sido, esta es y esta seguirá siendo la orden: No bajar la guardia", repitió Santos.