Su hermosura llamaba la atención de todos en el barrio. El modelaje era un destino natural. Tenía las medidas (84, 64 y 90) y la gracia necesarias para el oficio y durante sus primeros años tuvo mucho éxito.
Tras pasar por muchas pruebas, fue elegida Miss Sucre y, en 1973, tuvo la oportunidad de representar a su estado en Miss Venezuela, el concurso de belleza más importante del país. su participación fue muy destacada y llegó hasta la final, pero no pudo ganar.
Su vida estuvo lejos de detenerse en ese momento. A esa altura ya había obtenido el título de abogada, una promisoria alternativa laboral por si se cortaba el éxito en las pasarelas.
Además, era una de las mujeres más codiciadas del país. Que millonarios y celebridades la invitaran a salir se había transformado en algo habitual.
Pero los focos se apagaron con una velocidad difícil de comprender. Una compleja historia familiar la arrastró a una fuerte depresión, que le hizo muy difícil salir adelante.
Hasta que, 30 años después de haber sido finalista de Miss Venezuela, se encontró viviendo en la calle. ¿Qué pasó en el medio? El equipo de investigación del programa 100% Venezuela la entrevistó en 2005, en el Parque Central de Caracas, en el que solía pasar la mayor parte del día.
En ese diálogo (ver video) contó que el desencadenante de su tragedia personal fue uno de sus hermanos. Un día se instaló en su casa y empezó a vivir a costa de ella. La expoliaba y la golpeaba cada vez que le hacía un reclamo.
Ella lo denunció en varias ocasiones, pero nadie hizo nada. Después de un tiempo, ella misma decidió escapar. Pero ya no tenía adónde ir, ni en quién apoyarse, así que terminó en la calle.
El cuerpo de Damarys Ruiz apareció sin vida en un parque, el pasado 9 de mayo. Estuvo casi una semana en la morgue, hasta que un familiar la retiró y la noticia de su muerte empezó a circular.