Con un crecimiento económico estancado -según el FMI se contraerá 1% este año- y una inflación elevada, el gobierno de Dilma Rousseffl intenta ordenar sus cuentas públicas con un ajuste que logre un ambicioso superávit fiscal de 1,2% del PBI.
Lagarde viajó unos 10 minutos en el teléferico inaugurado en estas comunidades pobres en 2011, atravesando las favelas de Adeus y Bahiana para llegar a Alemao. En la estación conversó brevemente con 10 mujeres microemprendedoras que viven en diferentes favelas de Rio y que con ayuda del gobierno hoy integran la economía formal.
"La disciplina fiscal es la base necesaria para financiar programas como éste, van juntas, van de la mano. Las personas que más sufren por la indisciplina fiscal son en general los pobres", dijo Lagarde a periodistas en esa estación del teleférico de este complejo de 15 favelas con más de 60.000 habitantes, donde la población es rehén de tiroteos periódicos entre narcotraficantes y policías.
Según el FMI, a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Brasil/a enfrenta "una coyuntura difícil" y crecería apenas un 1% el año próximo, 2% a partir de 2017 y apenas 2,5% recién en 2020. Por eso recomendó recientemente al país "fortalecer la credibilidad de la política económica y la confianza del mercado" e impulsar inversiones y competitividad para sentar las bases de un crecimiento "fuerte, balanceado y sostenible".
Una de las pequeñas empresarias que conversó con Lagarde fue Rosana Damasceno, de 47 años, que hace 18 años es dueña de un bar en el Morro da Providencia, en el centro de Rio. Antes manejaba su comercio en la informalidad, pero en 2009 con ayuda del gobierno se convirtió en "microemprendedora individual", lo que le permite tener acceso a créditos y a proveedores a mejores precios.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional también presenció en la estación del teleférico una demostración de capoeira, el arte marcial y danza afrobrasileña, y visitó muy brevemente un centro de asistencia social donde los habitantes pueden inscribirse en el programa gubernamental Bolsa Familia, que ofrece dinero a las familias muy pobres con hijos siempre y cuando los vacunen y los envíen a la escuela.