Entre los países más radicales en cuanto a la negativa están Venezuela y Rusia, que no firmarán el tratado de la ONU sobre el comercio de armas. El acuerdo exige a los Gobiernos que garanticen que sus exportaciones no alienten los conflictos, según explicó un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
"Hemos decidido no participar. Hemos sopesado los pro y los contra y hemos decidido que no es una obligación para nosotros", argumento Mijaíl Ulianov, del Departamento de Control y No Proliferación de Armas, a la agencia de prensa estatal Tass. Criticó un tratado "demasiado débil", que, sin embargo, impone ciertas cargas a quienes lo suscriben, y recordó que los países occidentales y Rusia ya controlan sus exportaciones.
130 Estados ya han firmado el tratado de las Naciones Unidas, que entró en vigencia en diciembre. Sin embargo, 4 miembros del Consejo de Seguridad (China, Rusia, Venezuela y Jordania, estos dos últimos no permanentes) rechazaron suscribirlo.
Este primer tratado internacional sobre el comercio de armas obliga a cada país firmante a evaluar antes de cualquier transacción (importación, exportación) si las armas vendidas podrían ser utilizadas para burlar un embargo internacional o violar los derechos humanos.
El documento incluye desde pistolas hasta aviones y buques de guerra, y no modifica las leyes relacionadas con la compra y la tenencia de armas en los países que lo ratifiquen.
Aún está a la espera de la declaración de alguno de estos Estados, para conocer los motivos y posibles consecuencias de la no ratificación del tratado.