La ausencia de Daniel Scioli en Salta fue uno de los temas más comentados de la jornada en la que Juan Manuel Urtubey logró la re-reelección como gobernador. Sin embargo, desde el entorno del gobernador de la provincia de Buenos Aires le restaron importancia a lo que muchos leyeron como una señal de que algo no anda bien en la relación con el FpV.
"Ya estuvo varias veces en la provincia (del NOA) , por ejemplo en las PASO, y este fin de semana Karina (Rabolini) pasó por allá", explicaron a Infobae desde el sciolismo. "Daniel incluso se comunicó por teléfono con Urtubey cuando se confirmó el triunfo", destacaron.
Lo cierto es que la ausencia de Scioli generó innumerables suspicacias porque en la comitiva oficialista que llegó a Salta no sólo estaban referentes kirchneristas como "Wado" de Pedro, sino también Florencio Randazzo, el hombre que se propone ponerle un freno a la ola naranja en la interna del FpV.
Este tema se volvió incómodo para los dirigentes kirchneristas que fueron a Salta. Ni siquiera Aníbal Fernández (otro que viajó a saludar al ganador) fue capaz de aclarar qué fue lo que sucedió. "¿Pretenden que yo dé una explicación semejante? No tengo una explicación", respondió el jefe de Gabinete, que así se sacó el problema de encima, al menos por unas horas.
El que se mostró exultante fue Randazzo, quien resaltó que a nivel nacional el kirchnerismo también tendrá "un resultado favorable". Y se mostró como un enviado de Cristina Kirchner al decir que "la presidenta (Cristina Kirchner) le envía los mejores saludos a Urtubey, siempre ha sido una admiradora" del salteño.
Sobre la interna del FpV contra Daniel Scioli, el funcionario señaló que será "muy competitiva" y afirmó que su postulación "representa mucho mejor al modelo" kirchnerista porque son la única "garantía de que continuidad".
"No tengo ninguna duda que yo expreso el futuro, a diferencia tal vez del gobernador de la provincia de Buenos Aires, que es parte de un pasado", disparó Randazzo, quien aclaró "con mucho respeto" se diferenció al decir que representan a generaciones distintas y tienen "otra visión sobre la política".