Parteras y médicas independientes reclaman "reglas claras y derechos" para que las embarazadas puedan elegir libremente el lugar para dar a luz. Los partos domiciliarios se han triplicado en los últimos tres años y el foco deberá estar puesto en la salud y el cuidado de esa mamá y su bebé.
Con el fin de poder trabajar de manera legítima, miembros de la Asociación Argentina de Parteras Independientes (AAPI) se congregaron en las calles 9 de Julio y Moreno, pleno centro porteño, "poniendo el cuerpo" en repudio a lo que consideran "atentados del Ministerio de Salud de la Nación contra el parto en domicilio y contra el trabajo de las parteras independientes", señalaron.
Entre los principales puntos, resaltan: definir competencias de la partería independiente, la corresponsabilidad entre las parteras y la mujer gestante y ejercer la profesión según protocolos internacionales.
"Las familias que asistimos como parteras, muestran unas estadísticas diferentes de las que registra el Ministerio de Salud en muchos aspectos. Una de las causas de la muerte materna es la hemorragia posparto que el ministerio la registra en un 14 por ciento. Los casos que nosotras tenemos en los domicilios es de un 0,4%", asegura a Infobae Marina Lembo, presidente de la Asociación Argentina de Parteras Independientes.
"Los protocolos son muy diferentes y por eso los consideran negligentes porque son más flexibles, pero al mismo tiempo son más personalizados", agrega.
Una de las razones por las que señalan que ha crecido el parto domiciliario, es la "epidemia de cesáreas" de los últimos tiempos. "Por la forma que han estructurado el sistema, ningún médico, ni obstetra ni institución puede acompañar más de 10 horas a una
en el parto. Van a
directo. Le quitan el privilegio de hacerlo de manera natural", explica a
Gabriela González Collins, activista por el derecho al parto hogareño.