Sorpresivamente, y luego de un año y medio, el titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina, renunció a su cargo. Mediante el Decreto 818/2015, publicado hoy en el Boletín Oficial, se le aceptó la renuncia al sacerdote "al cargo de Secretario de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico".
El decreto, firmado por la presidente Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, le agradece a Molina "los servicios prestados en el referido cargo", al frente de la Sedronar.
Molina había sido designado por la propia Cristina Kirchner a fines de noviembre de 2013, debido a la tarea pastoral que el sacerdote realizaba con los jóvenes que padecen adicciones, una grave problemática en crecimiento en la Argentina.
Aunque en el decreto no se especifica los motivos de su renuncia, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández dijo que fue por "motivos personales". "Hoy tendremos los datos de quién será el reemplazante de Molina", se limitó a decir esta mañana el funcionario al llegar a la Casa de Gobierno.
"Estuvo conmigo ayer a la mañana, me hizo conocer la situación personal, que creía que había cumplido su objetivo, y que por motivos personales se apartaba", explicó el jefe de Gabinete. En el último tiempo, desde la Iglesia católica advirtieron sobre el avance del narcotráfico y reclamaron "un nuevo abordaje" de la drogadicción.
Molina, de 48 años, llegó a su cargo luego de una larga relación con la familia Kirchner, ya que fue sacerdote en Santa Cruz y director de una escuela rural durante las gobernaciones de Néstor Kirchner en esa provincia.
Con la asunción del kirchnerismo, el sacerdote se desempeñó como asesor "ad honorem" de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, desde 2007, hasta que a finales de 2013 fue designado al frente de la Secretaría antidrogas.