Grecia sigue negociando con sus acreedores una lista de reformas a cambio de nuevos préstamos, pero sus finanzas se agotan y ha tenido que recurrir a un fondo de emergencia para rembolsar al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El estado de las arcas griegas vuelve a ser motivo de alarma, después de que el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, declarara el lunes que a su gobierno le quedaban "dos semanas" de liquidez.
Este martes se supo, además, que Atenas ha tenido que utilizar una cuenta especial del Banco de Grecia (BdG), una reserva impuesta por el FMI a sus miembros, para reembolsar 600 de los 750 millones de euros que le debía al organismo con sede en Washington.
No es la primera vez que el Ejecutivo recurre a ese fondo, pero nunca había sacado una suma tan importante, según el BdG.
A los expertos les resulta complicado evaluar la situación real de las arcas griegas durante las negociaciones entre Atenas y sus acreedores, la Unión Europea (UE) y el FMI, como consecuencia de las estrategias de comunicación de ambas partes.
"No hay que darles demasiada importancia a las alertas sobre las finanzas del Estado", opina Panayotis Petrakis, profesor de Economía de la Universidad de Atenas. "No significa que no haya problemas, pero el juego de presión es claro", dice.
El gobierno de izquierda de Alexis Tsipras repite que no lleva a cabo ningún chantaje y que tampoco acepta que lo chantajeen si no cumple con sus compromisos.
Todas esas advertencias son "parte de la negociación", considera Frédéric Ducrozet, economista del banco Crédit Agricole. "Porque cuando hay dinero para rembolsar a los acreedores, no hay acuerdo, lo vimos una vez más durante el Eurogrupo del lunes".
El obstáculo de junio
El próximo pago importante de Grecia será el 5 de junio, fecha del vencimiento de un préstamo del FMI por 302,5 millones de euros. Luego llegarán otros cuatro vencimientos de entre 340 y 567 millones de euros hasta el 19 de junio.
Ducrozet cree que Atenas puede superar el obstáculo de junio, aunque duda de que pueda pagar los salarios y las pensiones, que rondan los 1.500 millones de euros mensuales.
El profesor de economía de la universidad de Atenas Georges Pagoulatos opina, por su parte, que el plazo es demasiado corto.
"Se debe encontrar un acuerdo de financiación de aquí a finales de mayo", insiste quien fuera consejero del gobierno griego en 2011, en el apogeo de la crisis.
Para afrontar la situación, el gobierno griego consiguió unos 600 millones de euros de las entidades locales y organismos públicos a los que obligó a transferir sus reservas al banco central, según cifras comunicadas este martes.
"En términos de confianza hacia el país, el impago sería desastroso"
El Estado gastó, además, 1.180 millones de euros menos de lo previsto en el primer trimestre.
Si, pese a todo, no consigue pagar al FMI, Grecia dispondrá de un plazo de un mes para evitar el impago, según el reglamento de la institución, explica Ducrozet. Todas las agencias de calificación crediticia no están, sin embargo, de acuerdo sobre si un impago al FMI significa también un impago para todos los acreedores, añade.
"En términos de confianza hacia el país, (el impago) sería desastroso", explica Manos Chadzidakis, analista en Beta Securities.
"Los planes de rescate han puesto más de 250.000 millones de euros sobre la mesa desde 2010", recuerda Ducrozet. "No creo que todo se vaya al traste por unos millones de euros".