El arriesgado gesto de Facundo Pastor en la Bombonera

Facundo Pastor participó de #MiSuperclásico, el ciclo de Infobae donde distintas personalidades de Boca y River cuentan sus anécdotas como hinchas

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Sabía que ir a ese Superclásico podía ser peligroso. Pero la pasión por River no reconoce límites. La última vez que fui a La Boca fue el domingo 5 de mayo de 2013. Confieso que no me gusta ese estadio. Estoy convencido de que está mal edificado. Hay sectores donde no se llega a ver el campo de juego. Que me perdonen los arquitectos pero es una verdad incontrastable.

De todas maneras es imposible olvidar que en esa cancha le dimos una vuelta olímpica en 1986. ¿Se acuerdan?. Esa tarde, El Beto Alonso metió dos golazos uno con la pelota naranja.

Pero vuelvo a mi última excursión a La Bombonera. Aquel partido fue particular: Manu Lanzini marcó el gol más rápido en la historia del Superclásico. Con su cabezazo a los 43 segundos, batió una marca record. El partido terminó empatado pero mi objetivo era otro.

La historia es así. Tengo un amigo. Se llama Adrián. Es hincha de Boca hasta la médula. En el año 2004 cuando Carlitos Tevez hizo la 'Gallinita' en el Monumental estaba en la cancha infiltrado. En aquel partido no se aceptaba público visitante pero a mi amigo nada de eso le importó. Lo peor de todo fue que cuando el partido terminó se quedó sentado en silencio festejando que River quedaba afuera de la Libertadores. Ese día a la noche recibí un mail con una foto de él haciendo el gestito de la gallinita sentado en la San Martín baja.

Quería sentirme Angelito Labruna por un instante. No quería ofender a nadie ni muchos menos generar un incidente pero necesitaba sacarme una foto tapándome la nariz. Era un reto personal. Por eso volví a La Bombonera.

Bajé la escalinata de la tribuna media. "¿A quién le pido que me saque una foto si son todos de Boca?", pensé.

Rápidamente divisé una parejita de turistas y los encaré. Tenía que ser un gesto rápido. Nadie se podía dar cuenta. Sino la iba a pasar mal. La idea era llevarme una postal personal del folclore futbolístico.

Como lo hizo Ramón alguna vez o el propio 'Cavegol'. Sufrí un poco. Pero el click de la foto fue más veloz que cualquier mirada desprevenida. La foto fue a parar a mi escritorio. La tengo en un portarretrato rojo y blanco. Y por supuesto, se la hice llegar a mi amigo 'bostero'.

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