"Estados Unidos debe derrotar a los yihadistas radicales. 'Os buscaremos, os encontraremos y os mataremos'", dijo, en medio de una gran ovación, el candidato a las primarias republicanas Marco Rubio, utilizando una cita de la película "Taken".
La lucha contra el terrorismo centró los discursos de los aspirantes presidenciales en la "Freedom Summit", un foro conservador celebrado este fin de semana en Carolina del Sur y emitido por televisión.
"Hemos visto el feo rostro del Islam radical en Garland (Texas), recientemente. No podemos ganar una guerra contra el terrorismo del islamismo radical con un presidente que no es capaz de decir 'terrorismo del islamismo radical'", señaló Ted Cruz, senador por Texas y candidato a las primarias republicanas.
El pasado domingo dos hombres armados irrumpieron a tiros en una exposición de caricaturas del profeta Mahoma en Texas y fueron abatidos por agentes de policía que protegían la muestra, organizada por una agrupación anti-islámica.
El ISIS reclamó la autoría del ataque, aunque cabe la duda de que solo fueran inspiradores de la acción.
"Por vuestros hijos y los míos, yo quiero un líder que esté dispuesto a llevar la lucha donde están ellos antes de que ellos traigan la lucha donde estamos nosotros", defendió, entre aplausos, el gobernador de Wisconsin Scott Walker, potencial candidato a las primarias de los conservadores.
"Si esa gente quiere volver a la versión del Islam del siglo VII, entonces vamos a bombardearlos de vuelta al siglo VII", afirmó el ex senador Rick Santorum, que baraja competir de nuevo por la candidatura republicana tras intentarlo en 2012.
El ex gobernador de Texas Rick Perry, candidato republicano a la Casa Blanca en 2012 y potencial aspirante para 2016, se desmarcó de sus compañeros de partido e hizo énfasis a su mano dura contra la inmigración ilegal.
"Le dije al presidente Obama el pasado verano: 'si no garantizas la seguridad de la frontera, Texas lo hará'", comentó entre aplausos.
Los republicanos han guardado un inusual silencio esta semana en inmigración tras las declaraciones el martes de la candidata a las primarias demócratas y ex secretaria de Estado Hillary Clinton en defensa de una reforma "total e igualitaria" que incluya una vía para la ciudadanía.
En el foro conservador de Carolina del Sur faltaron el senador por Kentucky Rand Paul, uno de los que ya han oficializado su candidatura, y el republicano mejor situado entre los grandes donantes y el aparato del partido, el ex gobernador de Florida Jeb Bush.
El hijo y hermano de ex presidentes, que aún no ha anunciado oficialmente su candidatura, pronunció un discurso en la Universidad Liberty de Virginia en el que cortejó a los cristianos evangélicos, un electorado que le considera demasiado moderado.
Aunque no estuvo en la cumbre de Carolina del Sur, Bush fue el objetivo de ataques indirectos de Rubio y Scott.
"De nuestra familia no heredamos ni fama ni fortuna", dijo Scott, en comparación con el ex gobernador de Florida, que sería el tercer Bush en presidir el país si gana en 2016.
Por su parte, Rubio volvió a presentarse como un candidato del futuro en una carrera en la que dominan apellidos con mucho pasado, como Bush y Clinton.
"Seguimos estando liderados por demasiadas personas que están atrapadas en el pasado", dijo Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y hasta ahora la cara más joven de la contienda electoral, con solo 43 años.