Corría el convulsionado año 1974. El 1° de julio murió Juan Domingo Perón y poco después, el 6 de septiembre, la organización Montoneros anunció que había resuelto volver a la clandestinidad, enfrentada con el gobierno que ahora presidía Isabel Perón, secundada por el "Brujo" José López Rega.
Para su nueva estrategia, Montoneros necesitaba con premura divisas frescas para financiarse. Para ello, planificaron el secuestro de los hermanos Jorge y Juan Born, herederos de Bunge y Born, el principal grupo económico del país por ese entonces. Sin embargo, la detallada planificación del "gran golpe" -concretado el 19 de septiembre- demandó a la guerrilla peronista tres meses, por lo que la decisión de retornar a la clandestinidad parece haber sido tomada con Perón en vida. Ese dato y otros detalles inéditos son revelados por la periodista María O'Donnell en su libro Born (Sudamericana), de reciente aparición.
O'Donnell logró un testimonio que hasta ahora había sido esquivo. Nada menos que Jorge Born, quien a sus 80 años se mostró por primer vez dispuesto a hablar de lo que vivió en aquellos nueve meses en que estuvo secuestrado, junto a su hermano Juan, en una "cárcel del pueblo", como llamaban los guerrilleros a los lugares de confinamiento.
"Es una historia increíble, yo siempre tuve muchas ganas de contar esta historia. Era impresionante que acá hubiese ocurrido el secuestro con el rescate más grande de la historia", explicó O'Donnell durante una entrevista con Silvia Mercado, en InfobaeTV. En los estudios, la autora del libro explicó que detrás de la "Operación Mellizas", así bautizada por Montoneros, estaba la intención de financiar su futuro accionar clandestino.
"Este gran golpe (el secuestro de los Born) y el asesinato de (Pedro Eugenio) Aramburu son dos momentos clave de la historia de Montoneros, de la guerrilla argentina y de la historia del país", consideró O'Donnell, que diferencia claramente las motivaciones detrás de los dos casos. Por lo de los Born, Montoneros buscaba dinero, y con el crimen de Aramburu, hacer una impactante aparición pública, allá por 1970.
Más allá de ser un libro de historia, escrito como un apasionante thriller, es también una "historia humana, íntima". Así lo consideró O'Donnell. "Es un drama humano, por suerte tuve la posibilidad de acceder a Born y de tener una conversación muy extendida en el tiempo".
"Hoy tiene 82, cuando empezamos esto tenía 80. Cuando lo secuestraron, tenía 40. Él decidió que no quería callarse esta historia. Remueve muchas cosas en la familia, hay muchos integrantes de la familia que preferían que esta historia hubiese quedado donde estaba y que no querían revivirla. Pero otros dijeron 'por fin se cuenta'", explicó sobre la decisión de Born de romper el silencio después de 40 años.
El libro da cuenta de la entereza de Jorge Born ante la incertidumbre de no saber como iba a terminar la historia, tomando en cuenta, además, que su padre se negaba sistemáticamente al chantaje y no quería saber nada con pagar el rescate, por el que en principio pedían 100 millones de dólares. O'Donnell también cuenta que Juan Born no pudo soportar el cautiverio y que tuvo que ser liberado antes, por el desgate psicológico que había sufrido.
Firmenich, Quieto y Rodolfo Walsh
A lo largo del libro, quedan claros los papeles que desarrollaron cada uno de los actores vinculados a la "Operación Mellizas". El "Negro" Roberto Quieto -desaparecido en 1975 y juzgado en ausencia como traidor por los propios Montoneros- fue el encargado de comandar el secuestro, concretado muy cerca de la quinta presidencial de Olivos. Rodolfo Walsh también participó, aportando datos necesarios para la operación desde su lugar en la estructura de inteligencia de Montoneros.
La figura de Mario Firmenich, número uno de la organización guerrillera en aquella época, también tiene una fuerte presencia en la historia. Justamente el único caso por el que Firmenich recibió una condena judicial tras el retorno de la democracia fue éste. Sin embargo, fue liberado por un indulto de Carlos Menem.
"Firmenich es condenado por la Justicia, después los Montoneros ponen plata en la campaña de Menem y Menem les da el indulto. Con la plata del secuestro de los Born contribuyen al indulto. Con la misma plata, obtenida fruta del delito, y por la que fue condenado, Firmenich contribuye a la campaña electoral para que le dieran el indulto", concluyó O'Donnell.