El presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó un incremento del 8,5% de los salarios en su país, incluyendo el suyo, en homenaje al Día del Trabajador.
Es la segunda vez que incrementa su salario desde 2006, por lo que pasó a ganar un equivalente a 2.954 dólares mensuales (cerca de $1.800.000).
Esta vez, "el incremento salarial del 8,5% también llegará al presidente, al vicepresidente y a todos los funcionarios públicos", dijo el ministro de Economía, Luis Arce, en una ceremonia en el palacio presidencial en la que Morales y sus ministros firmaron el decreto en presencia de líderes sindicales.
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De acuerdo a la norma, el aumento aplicará a asalariados públicos y del sector privado. El salario mínimo se incrementó en 15% y alcanzará el equivalente a 238 dólares mensuales.
Desde que asumió el gobierno en 2006, Morales decretó incrementos salariales anuales en porcentaje similar a la inflación gracias al buen momento que atravesó la economía hasta hace poco por altos precios de las materias primas, pero los efectos de la desaceleración se han traducido en una merma de ingresos por exportaciones de gas natural y minerales que son el sostén del país.
"El incremento salarial del 8,5% llegará al presidente, al vice y a todos los funcionarios públicos"
Los empresarios privados cuestionaron que el gobierno no haya concertado con el sector patronal el aumento salarial como lo hizo con la Central Obrera Boliviana (COB), aliada de Morales.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados, Ronald Nostas, dijo antes que el nuevo incremento elevará la inflación, el coste laboral y de producción, desincentivará la inversión y aumentará la informalidad que ya sobrepasa el 70% de la economía global, según expertos.
Morales dijo que Bolivia ahora es soberana para definir su política económica "sin injerencia de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial".