El presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, aseguró que la inseguridad, el narcotráfico y la impunidad son flagelos preocupantes que deben ser abordados con políticas de Estado. La declaración formó parte de una entrevista que brindó a La Voz del Interior en Córdoba, provincia en la que brindará una charla sobre el nuevo Código Civil y Comercial.
"Cuando se habla de Justicia, siempre se apunta a la cuestión penal y a la inseguridad. La gente tiene razón al pensar que la inseguridad se ha agravado. Pero, ese problema se debe afrontar con políticas de Estado continuas de todos los poderes nacionales y provinciales. El narcotráfico también es un flagelo preocupante, junto con la impunidad", aseguró Lorenzetti, recientemente reelegido como presidente del máximo tribunal.
Al ser consultado sobre el proyecto del Gobierno para elegir jueces a través del voto popular, el prestigioso jurista remarcó que ese tipo de ideas no se discuten en ningún país del mundo. Y analizó: "Imagínese que si los jueces fueran elegidos por el voto, deberían hacer campaña. Para hacer campaña, tienen que conseguir fondos. De dónde los conseguirían: del Estado o de las empresas. ¿Cómo después podrían fallar con independencia? Sería muy peligroso que los jueces fueran elegidos. Los jueces estamos para poner límites. A otros poderes del Estado y también al poder empresario. Los jueces no gobernamos, pero ponemos límites al gobierno de turno".
Lorenzetti aseguró que la función de la Corte Suprema es la de ponerles límites a las decisiones inconstitucionales del resto de los poderes. A modo de ejemplo recordó sentencias del máximo tribunal vinculadas con el corralito o los juicios de lesa humanidad. "La Corte tiene que ser independiente del poder político. Siempre se dice la Corte de Alfonsín; de Menem, de Kirchner. Debemos terminar con eso", resumió.
"¿Hay presión del Gobierno sobre la Corte Suprema?", le consultaron. Y contestó: "Cuando asumimos un cargo público, debemos saber que hay presiones de todos lados. En todo juicio hay presiones de las partes intervinientes, sobre todo si alguien tiene poder. Pero eso no nos puede afectar como jueces. Si la Presidenta dice algo, que lo diga. Lo que no nos puede pasar, es que esas opiniones nos afecten. Si un juez se siente presionado, se debe retirar del cargo".