Al menos 3.617 personas fallecieron en Nepal a consecuencia del fuerte sismo que sacudió el sábado este país del Himalaya, anunciaron este lunes en un nuevo balance las autoridades nepalesas.
"El balance de muertos alcanzó las 3.617 personas y otras 6.538 resultaron heridas", dijeron fuentes policiales citadas por el diario The Guardian. El número de muertos se ha elevado en casi 2.700 personas desde los dos últimos recuentos.
En los países vecinos, entre ellos India y China, se registraron 90 fallecimientos más.
Al mismo tiempo, Unicef ha advertido de que hay cerca de un millón de niños afectados que necesitan ayuda urgente.
El sismo de magnitud 7,8, el más mortal en los últimos 80 años, contó con numerosas réplicas y provocó varios aludes en el monte Everest, donde 18 personas fallecieron en este inicio de temporada de alpinismo.
El balance podría aumentar en Nepal, donde las agencias humanitarias tienen todavía dificultades para evaluar el alcance de la devastación y las necesidades de la población.
Las autoridades intentan rescatar a los sobrevivientes de entre los escombros y atender a los miles de heridos. Muchos de ellos esperaban a ser tratados en las calles de Katmandú, debido a la insuficiencia de medios y saturación de los hospitales.
"Tantos los centros médicos públicos como los privados están saturados y están atendiendo a los pacientes en la calle", alerta el embajador de Nepal en India.
Uno de los grandes problemas en Katmandú es la falta de agua potable. El suministro de agua corriente ha dejado de funcionar y la embotellada ya escasea. Hay también temor a que puedan extenderse las enfermedades contagiosas.
Varios países se han movilizado para apoyar a las autoridades nepalíes enviando equipos de rescate y asistencia así como alimentos, pero el esfuerzo humanitario avanza con grandes dificultades. La intensa lluvia se suma a las carreteras cortadas y a las deficiencias estructurales.