En una rueda de prensa en Riad, el vocero de la alianza, Ahmed al Asiri, afirmó que "la coalición ha puesto fin a su operación por petición del gobierno y del presidente yemeníes, después de considerar que ha logrado sus objetivos: que se protegió la legitimidad y que el pueblo yemení ya no está expuesto al peligro como el primer día". La operación Tormenta de Firmeza incluyó cuatro semanas de bombardeos contra los rebeldes hutíes en Yemen, que cuentan con el apoyo de Irán.
Además, se anunció una nueva operación, bautizada Devolución de la Esperanza, que comenzará mañana y que tiene como objetivo "reconstruir el país".
El vocero añadió que la coalición "ha puesto fin a todas las amenazas que había contra la región y Arabia Saudita" y que tuvo éxito en la consecución de sus metas: defender la legitimidad, detener el avance de las milicias chiítas y destruir su potencial militar.
LEA MÁS: Irak exhibió los restos del vicepresidente de Saddam Hussein en un ataúd de vidrio
LEA MÁS: Cuba, Corea del Norte e Irán, entre los países con mayor censura a la prensa
LEA MÁS: Estados Unidos asegura que está abierto a hallar un "terreno común" con Venezuela
Además, Al Asiri precisó que, pese al cese de la operación, la coalición continuará con "labores militares contra posiciones hutíes" mientras los países de la alianza lo consideren necesario.
Escasas horas antes de este anuncio, el rey saudita, Salman bin Abdelaziz, ordenó a la fuerza terrestre de la Guardia Nacional de su país que participe en las operaciones de la coalición en Yemen, informó la agencia oficial saudita de noticias SPA, que no ofreció detalles al respecto.
Aun así, continuará el bloqueo naval de las fuerzas árabes. En este terreno, también actúan los Estados Unidos. Ayer, de hecho, Washington envió un portaaviones a Yemen para frenar el tráfico de armas de Irán. El poderoso Theodore Roosevelt ya está en camino y se unirá a otros buques de guerra norteamericanos. El objetivo es interceptar los cargamentos que el régimen persa envía a las violentas milicias hutíes. En la región hay unos nueve barcos de guerra estadounidenses, como cruceros y destructores con personal especializado.
Irán reconoce su apoyo a los hutíes, provenientes de la minoría zaidita chiíta, pero niega que les proporcione armas.