Por Juan Agustín Robledo - jrobledo@infobae.com
¿Se puede medir la felicidad? ¿Hay países más felices que otros? ¿La felicidad de una nación es la suma de la de felicidad de sus ciudadanos? ¿Pueden los gobiernos implementar políticas públicas para aumentar la felicidad de la población? ¿Puede la política actuar sobre el campo de la felicidad como lo hace sobre la economía o la educación?
Solemos decir que la felicidad es nuestro objetivo en la vida, y no son pocos quienes declaran ser felices, pero ante la pregunta de qué es la felicidad, entramos en terreno resbaladizo. Podría decirse, sin embargo, que si bien la felicidad es "subjetiva", existen ciertas condiciones objetivas bajo las cuales la felicidad es más fácilmente alcanzable.
Hace ya tiempo que algunos países -Francia y el Reino Unido, por ejemplo- se preguntan cómo medir y qué hacer para alcanzar la felicidad de sus ciudadanos, explicó la socióloga Marita Carballo al presentar este lunes su libro La felicidad de las naciones. Claves para un mundo mejor, recientemente publicado por Editorial Sudamericana. "Los gobiernos no pueden decidir que seamos felices y por eso vayamos a serlo; pero sí se pueden crear condiciones que nos permitan serlo", sostiene.
Es necesario saber qué factores inciden en la felicidad de las personas, para luego intentar desarrollar políticas públicas. El ensayo de Carballo se propone intervenir dentro de la "incipiente ciencia de la felicidad" -como la definió la periodista Clara Mariño durante la presentación-, con una perspectiva "curiosamente humanista" pues "a pesar de que maneja cifras y porcentajes, toma la índole del hombre como es uno de los motivos básicos de existencia, como es la búsqueda de la felicidad", explicó Pedro Barcia, presidente de a Academia Argentina de Educación, otro de los expositores. "La felicidad no sólo es difícil de medir, sino que ni se compra ni se vende; no aparece en el producto bruto", sostuvo el economista Javier González Fraga.
La obra se nutre de los datos de la encuesta de valores que lleva a cabo la consultora Win cada cinco años, en unos 65 países, y cuyo capítulo argentino está en manos de la consultora Voices, presidida por Carballo. Más allá -o más acá- de las desavenencias de la política y la economía, cerca de 9 de cada 10 argentinos (el 88%) declara ser feliz, una felicidad que en general suele estar más asociada a cuestiones familiares o de amistad, y menos a la confianza en las instituciones.
Tener la libertad de poder elegir, pasar el tiempo con amigos, tener una familia de la que se disfrute, tener un buen trabajo, vivir en pareja, una buena posición económica, una buena salud física y mental, y la confianza en las instituciones son algunos de los factores facilitadores de la felicidad identificados por la encuesta, y que el ensayo de Carballo se propone analizar.
"Es un libro que yo le recomendaría a los candidatos presidenciales, en el supuesto caso de que los candidatos leyeran libros", bromeó Mariño.
Marita Carballo es socióloga, académica de número de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas y miembro de número de la Academia Nacional de Educación. Además de presidir la Consultora Voices, es miembro electo del Comité Científico del World Values Survey y miembro electo del Comité de Investigación de Sociología Comparada R20 de la Asociación Internacional de Sociología. Fue presidente de Kantar Latinoamérica, directora mundial de Opinión Pública y Social de TNS, presidente de EOS Gallup Europe, presidente de Gallup Argentina, miembro del Board de Gallup International y en 2003 fue electa miembro honorario vitalicia y directora del Departamento de Sociología (1989-2002) de la Universidad Católica Argentina.