El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, tras admitir que aún no ha recibido ninguna confirmación oficial, consideró que "si las informaciones son exactas, las acusaciones son absurdas y deberían ser inmediatamente retiradas".
Poco antes, el redactor jefe del Washington Post, Martin Baron, calificaba igualmente de "absurdas y abyectas" las acusaciones desveladas por la abogada de Rezaian, Leila Ahsan, que pudo reunirse por primera vez con su cliente este lunes, tras hacerse cargo del caso a principios de marzo.
Jason Rezaian fue arrestado el 22 de julio de 2014 en su domicilio de Teherán junto a su esposa, la también periodista Yeganeh Salehi, que fue liberada posteriormente.
Hasta ahora, se desconocían los cargos que pesaban sobre él, pero la prensa conservadora iraní evocó recientemente acusaciones de transmisión de información de tipo económico a la CIA. "Está acusado de hacerse con informaciones confidenciales y de propaganda contra la República Islámica", explicó la letrada y aseguraó que los cargos no se basan en "hechos probados".
Jason Rezaian "es un periodista y la naturaleza de este trabajo consiste en acceder a informaciones y publicarlas", afirmó Ahsan, quien matizó que su cliente "no había tenido acceso a datos confidenciales ni de forma directa ni indirecta".
La abogada, que ha podido acceder al expediente completo de su cliente, considera que las acusaciones de colaboración no se sostienen, ya que "según el derecho internacional, Irán y Estados Unidos no son considerados países hostiles" entre sí, dado que no se encuentran en estado de guerra.
El corresponsal, que ha sufrido algunos problemas de salud desde su detención, mantiene "la moral alta", afirmó Ahsan, quien ya ha hecho varias peticiones de liberación bajo fianza, que han sido rechazadas.
Por el momento, no se ha anunciado ninguna fecha para la celebración del juicio. Un alto responsable de la Justicia iraní explicó que el expediente del periodista, de 39 años, con doble nacionalidad estadounidense e iraní, era "voluminoso" y comportaba "distintos aspectos" que tener en cuenta.
El caso fue transferido en enero al tribunal revolucionario, generalmente encargado de juzgar los crímenes políticos y de seguridad nacional.
La detención de Jason Rezaian, que se encuentra preso en la cárcel de Evin, en el norte de la capital iraní, ha provocado nuevas tensiones entre Irán y Estados Unidos, en un momento en que los dos países, que rompieron sus relaciones diplomáticas tras el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, se encuentran inmersos en complejas negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán.
En marzo, el presidente estadounidense, Barack Obama, llamó al gobierno iraní a liberar al periodista, pero Irán, que no reconoce su doble nacionalidad, considera que el caso atañe exclusivamente a Teherán.
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El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Javad Zarif, aseguró que sobre el periodista pesaban acusaciones "serias" y pidió que se dejara "actuar a la Justicia sin tratar de interferir".
La abogada de Rezaian, por su parte, espera que la conclusión del acuerdo global entre Irán y las grandes potencias sobre el programa nuclear iraní acelere la liberación de su cliente.