Ana Alianelli: "No sé si las nenas están bien"

La mujer, que pelea por la tenencia de dos niñas con su ex marido norteamericano, se mostró desesperada por desconocer cómo están las pequeñas. "Esto lo advertí y me tiraron como ganado a la boca del lobo", dijo a Infobae

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Fueron más de cinco los intentos telefónicos para dar con Ana Alianelli, la argentina que el jueves pasado fue obligada a viajar con sus dos nenas y su ex marido estadounidense a los EEUU para seguir allí la lucha por la tenencia de sus hijas. Es que la mujer está completamente sola y es hospedada por una amiga en Aspen (Colorado) que vive en medio de la montaña, sin señal telefónica ni internet. Ana caminó dos horas para poder encontrar el pueblo más cercano con un Starbucks desde donde poder atender a Infobae. "Me tiraron como ganado a la boca del lobo. Yo se lo advertí a la jueza", confesó llorando tras confirmar que desde el viernes no tiene ninguna noticia de cómo están Sophia y Victoria, como tampoco de su paradero.

"No sé nada de ellas. Él (por su ex marido Dennis Burns) no atiende el teléfono ni contesta mis mensajes. Estoy sin plata ni auto. Absolutamente incomunicada en la casa de una amiga que vive en el medio de la montaña. Recién hoy bajé al pueblo para poder hablar con ustedes y mi familia. No tuve más noticias de las nenas", lamentó.

La última vez que Ana habló con sus hijas fue el viernes pasado, luego de que Burns tampoco respondiera sus mensajes. Sus abogados -por orden de la jueza Lynch- lo forzaron a que comunicara a las nenas con su mamá desde donde estuviera. El estadounidense se fugó con las chicas el jueves pasado en una de las escalas en Houston del vuelo Buenos Aires – Aspen sin dar rastros de su paradero. Que las menores viajaran y llegaran a destino junto a sus dos padres era una condición que había pautado el ex matrimonio para regresar a los EEUU.

"Esta película ya la viví. No me fui de EEUU de un día para el otro. Tenía dos años con este tema y denunciando a Burns. Siento que nadie me escuchó y yo ya se los advertí (a la Justicia). Él ahora no contesta los mensajes. Yo no lo conozco. Creo que es más conmigo el tema que con las chicas. No sé si esto no es una venganza hacia mí. No lo conozco. Ya no sé quien es realmente", dijo.

Alianelli, al igual que le dijo a Infobae su abogada Mariana Gallego, cree que toda esta batalla legal es para vengarse de ella y no porque realmente él quiera estar con las chicas. Para sostener eso, argumentó que en los cinco años que ella estuvo en Buenos Aires con las nenas, él ni las veía y solo al principio le pasó la mensualidad de 340 dólares que le correspondía por ellas.

Respecto a la desmentida de Burns en Facebook sobre haber secuestrado a las niñas bajo el argumento de que debió salir del aeropuerto de Houston para ir a un hospital a hacerse ver las lesiones que su ex cuñado le provocó en el cuello en el aeropuerto de Ezeiza, ella lanzó: "No me voy a guiar que mis hijas están bien por una foto en las que están sonriendo con un perro Boxer. Ellas aman los perros. Es solo una foto, una ridiculez. Yo no sé qué pasa puertas adentro. Las chicas estaban mal en el aeropuerto de Ezeiza".

Hoy es la audiencia en el juzgado de la jueza Lynch en Aspen y Burns debe asistir junto a las chicas. Alianelli quiere creer que él hará lo correcto y se presentará como quedó establecido. "Él se hace la víctima todo el tiempo, pero yo sé cómo es", acusó. Por último, lamentó que la jueza Alejandra Velázquez haya desestimado su apelación ante un fallo desfavorable del Juzgado N°1 de Familia de Pilar, lo que llevó a que el juicio deba seguir en el país natal de las nenas. "Yo se lo advertí y me tiraron como ganado a la boca del lobo. Espero que hoy Velázquez esté comunicada con nosotros mañana a las 15:30 durante la audiencia en la fiscalía de Lynch", aseguró.

"Espero que la jueza tome conciencia de todo esto. El acuerdo de Buenos Aires no se cumplió. Tampoco se dieron las garantías para que eso suceda y yo sabía que iba a pasar esto. Ellos no me escucharon. Esto ya lo pasé viviendo acá, la fragilidad ante los derechos de un americano en EEUU es enorme. Lamentablemente hoy no se va a definir nada. No va a pasar nunca que el padre cumpla con lo pautado en el pacto. Jamás lo va a hacer. De eso estoy segura", reconoció.

La disputa del ex matrimonio

La batalla legal arrancó en 2010 cuando la pareja se divorció. La mujer argumentaba que su ex marido había perdido la casa familiar por su adicción a los juegos y que una vez la había golpeado, lo que fue reconocido por el propio Burns, quien fue condenado a un año de probation.

Alianelli decidió regresar a Argentina con sus dos nenas con un permiso judicial temporario que venció. Pese a eso, Ana nunca regresó a los Estados Unidos y comenzó una guerra judicial que duró cinco años. Ese incumplimiento legal le costó que el juicio se lleve a cabo en Estados Unidos.

Finalmente, la justicia argentina le dio la razón a Burns y restituyó las menores a su padre biológico, residente en el mismo país en el que nacieron. En tanto, el hombre creó una fundación para alentar la lucha contra los casos similares. Familiares de Alianelli lo acusan de nunca haber pasado dinero para las niñas y de haberlas visto solo cuatro veces en cinco años.

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