La derrota del Bayern Munich en su visita a Portugal por la Champions League desató un caos institucional. Hans Wilhelm Müller-Wohlfahrt, médico del club desde 1977, renunció a su cargo y el entrenador Pep Guardiola quedó como el principal responsable de la marcha de este histórico doctor.
"Fue su decisión. Es una decisión que hay que respetar", declaró Guardiola en la conferencia de prensa de este viernes previa al partido en la Bundesliga contra el Hoffenheim.
Todo comenzó cuando el DT pareció humillar en público a Müller-Wohlfahrt en el último partido de Copa. En el minuto 34, Guardiola se vio forzado a hacer un cambio ante el Bayer Leverkusen por lesión del central Mehdi Benatia que, además, lo obligó a cambiar su defensa de tres centrales por una defensa de cuatro.
En ese momento, Pep se dio vuelta y aplaudió visiblemente molesto. "Fue mi reacción. Estaba decepcionado. Nada que ver con el doctor", aseguró el entrenador ante la prensa este viernes.
La lesión de Benatia agrandó la lista de la enfermería, que es visitada por figuras como Franck Ribéry, Arjen Robben, Javi Martínez, David Alaba, Bastian Schweinsteiger, Badstuber y Starke. Además, las constantes bajas de Thiago Alcantara tienen irritado al estratega español.
La tensión aumentó tras la derrota por la Liga de Campeones, cuando toda la plantilla y los directivos cenaron en el hotel portugués. Karl-Heinz Rummenigge, director general del conjunto alemán, hizo un discurso público, con Guardiola a su lado. Pidió paciencia y reconoció que las numerosas lesiones.
"En primer lugar me gustaría dirigirme a ti, querido Pep. Te veo un poco triste. Eso es normal cuando pierdes. Pero me gustaría comentar algo que todos hemos visto. Por un lado cometimos grandes errores y no jugamos bien. Hay que ser autocrítico y admitirlo", disparó Rummenigge.
Sobre las lesiones, el director hizo hincapié en la cantidad de partidos: "Tenemos solo 13 o 14 jugadores disponibles que desde hace semanas juegan tres veces en semana, que en Dormund corrieron como locos, en Leverkusen jugaron 120 minutos, el sábado volvieron a jugar y hoy están aquí. Por mi experiencia, puedo decir que hay días en los que no estás del todo bien por cansancio. Debemos permanecer todos unidos. Creo que todos confiamos en este equipo y este gran entrenador".
Según el periódico alemán Bild, Guardiola no le recriminó nada al médico del Bayern, sino que fue Rummenigge el que lo hizo tras el partido y por eso dimitió. Lo único que dijo Müller-Wohlfahrt, es que tras la derrota ante el Porto se responsabilizó "de manera inexplicable" al departamento médico y que la confianza que es necesaria para trabajar con éxito había quedado irremediablemente dañada.
"Todavía no quiero decir nada, es demasiado pronto. Ya haré una declaración, pero no será hoy", dijo Müller-Wohlfahrt a medios de Munich. El médico de 72 años era un icono del club. Ya había renunciado una vez, tras un enfrentamiento con el entonces entrenador Jürgen Klinsmann. Pero regresó y Klinsmann no siguió. Habrá que esperar para conocer el futuro de Guardiola y el Bayern.