La mano derecha en la cintura y la izquierda en el vientre. Apoyado sobre un árbol y vistiendo unos particulares pantalones cortos. Así se mostraba Adolf Hitler en una de sus casas de campo.
Si alguien no lo conociera, jamás diría que se trata del mayor genocida en la historia de la humanidad. Probablemente por eso, él nunca quiso que esa fotografía se difundiera.
Ésta y otras se publicaron originalmente en iDeutschland Erwache /i(iAlemania despierta/i), una revista nazi de las tantas que había en la época.
Si bien los números con estas imágenes no tuvieron mucha circulación por expreso pedido del Führer, algunas copias se imprimieron y sobrevivieron al Tercer Reich.
Alf Roberts, un soldado británico, halló una poco después de la culminación de la Segunda Guerra Mundial. Estaba en una casa que había quedado derruida por sucesivos bombardeos.
La llevó consigo de vuelta al Reino Unido y se la entregó a sus superiores, que la conservaron sin hacer nada con ella. Pero ahora, 70 años después, historiadores militares publicarán una traducción al inglés. Al encontrarse con la polémica foto, no dudaron en darla a conocer.