Luego de varios días de silencio, Gisela Bernal habló y lo hizo para Argentina Despierta, el programa que co-conduce Amalia Granata. El escándalo se desató cuando Ariel Diwan se enteró que el niño de dos años que crió junto a su ex pareja no era suyo.
Amalia Granata, quien entrevistó a la bailarina, dialogó en Por si las moscas en La Once Diez/Radio de la Ciudad y dio sus impresiones del "detrás de escena" del reportaje.
"Es como María Magdalena para la televisión. Si no estuviéramos en el 2015, la querrían apedrear. Los canales pretendían que vaya a un programa de televisión en vivo y la hagan mierda diez panelistas, y verla desangrar. Es una locura. Gisela es una mujer, es una madre", comentó.
Mientras todos los programas se relamían por tener a Bernal sentada en su estudio, Granata fue quien consiguió la primicia. Así fue que contó que lo logró gracias a que el abogado de la bailarina es su mejor amigo y así se dio el contacto.
"Ella no va a ir a ningún programa en vivo porque no está preparada anímicamente, está muy golpeada. Conmigo se sintió con una empatía diferente, ustedes vieron lo cómoda que estuvo, pero ella no está preparada para que la indaguen, para que la pinchen", manifestó.
Porque luego de la entrevista se fueron caminando juntos y contó qué sucedió en la calle: "La gente la miraba como si estuviera viendo a no sé quién. No sabían si decirle algo o no. Está con esa mirada rara, prejuiciosa. Yo siento que la chica está en el piso y le siguen dando patadas".
"Esto me hace acordar a cuando pasó lo de Juana Viale, que el límite fue que la chica pierda un bebé de ocho meses. Tuvo que pasar una desgracia para que paren con la chica. Se ensañaron con ella. En este caso me parece lo mismo. Es inhumano y cruel lo que le están haciendo", concluyó.