Fue un gesto que vale más que mil palabras: mientras el venezolano Nicolás Maduro, el boliviano Evo Morales y la argentina Cristina Kirchner decidieron faltar a la cena de jefes de Estado de la Cumbre de las Américas, el uruguayo Tabaré Vázquez fue sentado junto al presidente de los EEUU, Barack Obama.
El único otro mandatario que tuvo un lugar en la mesa fue el anfitrión, el panameño Juan Carlos Varela. Él fue el encargado de organizar la espectacular cena, que incluyó una alfombra roja para la entrada de los mandatarios, un juego de luces especiales, fuegos artificiales y hasta un chef con menú secreto para los comensales.
Tras la cena del viernes, no hubo declaraciones del gobierno norteamericano ni del uruguayo. Pero los medios de la región coincidieron en que compartir la mesa podía ser leído como un gesto de agradecimiento de Obama para el gobierno uruguayo por haber sido uno de los pocos países de la región en haber criticado las violaciones a los Derechos Humanos que existen en Venezuela contra los dirigentes opositores.
Con esa lectura coincidieron los medios uruguayos El Observador y Teledoce, además del diario argentino Clarín y la cadena CNN en español.
Más temprano ese mismo viernes, Obama y Tabaré Vázquez compartieron un encuentro con el presidente de Costa Rica, Luis Gillermo Solís, representantes de la Cámara de Comercio norteamericana y un grupo activistas por los Derechos Humanos, entre quienes había representantes de los disidentes cubanos que enfrentan al régimen de Fidel y Raúl Castro.
Según informaron los medios uruguayos El Espectador y Subrayado, en ese encuentro el sucesor de José Mujica solicitó ayuda para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sea testigo en el juicio que su país enfrenta contra la empresa de cigarrillos Philip Morris por su ley antitabaco.
Además, Vázquez le solicitó el respaldo norteamericano para que la Agencia para Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) se haga cargo de proveer los recursos que ayuden a mantener a los refugiados de la cárcel de Guantánamo que Mujica había aceptado recibir en Uruguay.
"Tuvimos oportunidad de decir lo que es el Uruguay, lo que el Uruguay quiere y hemos recogido la opinión de los integrantes de la Cámaras de Comercio de EEUU muy favorable a lo que es Uruguay y a la posibilidad de que lleguen nuevos capitales privados para ser invertidos por ejemplo en puertos e infraestructura. Nos vamos muy entusiasmados", detalló Tabaré Vázquez después del encuentro.
Una vez finalizada la VII Cumbre de las Américas, el mandatario uruguayo expresó su preocupación porque los países no hayan podido consensuar un documento final a raíz de la discusión en torno a la violación de los Derechos Humanos en Venezuela.