"Los Estados Unidos miran hacia el futuro, no queremos estar atrapados en ideologías, al menos yo no lo estoy", dijo el presidente norteamericano para graficar su punto de vista en el cambio de política exterior, específicamente hacia Cuba.
"Cuando llegué a mi primera cumbre prometí que iba a iniciar un nuevo capítulo en la región. Me comprometí a construir una nueva era de cooperación y también declaré que este enfoque sería sostenido a lo largo de mi presidencia. Yo he cumplido con ese compromiso. Nos reunimos aquí en un momento histórico", empezó Barack Obama.
El mandatario estadounidense hizo mucho hincapié en las nuevas relaciones de su país con Cuba y afirmó: "Mas norteamericanos podrán viajar a Cuba, habrá más intercambios, más inversiones. Esperamos poder ayudar también en proyectos humanitarios. Seguimos adelante y vamos a comprometernos en cumplir con esto".
"Esperamos poder ayudar también en proyectos humanitarios"Y continuó: "He pedido al Congreso que empiece a trabajar en levantar el embargo. EEUU no es prisionero del pasado, sino que miramos el futuro. Este cambio en la política estadounidense representa un punto de inflexión para toda la región. Es histórico que Castro y yo estemos sentados aquí", afirmó.
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"Nosotros tenemos diferencias significativas entre los dos países. También creo firmemente que si seguimos avanzando y aprovechamos este impulso, entonces las relaciones mejores entre ambos crearán nuevas oportunidades. Junto con este cambio de relación con Cuba, EEUU ha profundizado su relación con el continente".
"Es histórico que Castro y yo estemos sentados aquí"Después, el mandatario habló de la ayuda de su país a la región, específicamente las inversiones que EEUU está haciendo en Centroamérica: "He propuesto u$s1.000 millones para ayudar a los pueblos de Centroamérica. Queremos ayudar a los jóvenes".
Luego de ese paréntesis, volvió a hablar de Cuba y de su postura. Y repitió: "EEUU no está estancado en las ideologías. No me interesan las argumentaciones teóricas, sino el proporcionar efectos tangibles para las personas. La relación entre EEUU y las Américas es la mejor en muchas décadas".
Su respuesta a Rafael Correa
Un capítulo aparte le dedicó a Rafael Correa. El estadounidense le respondió al ecuatoriano: "Soy el primero en reconocer que la aplicación de EEUU respecto a los derechos humanos no siempre ha sido congruente. EEUU debe reducir el flujo de armas y la demanda de drogas", comenzó.
Y subrayó: "Tenemos una apertura hacia el cambio. Podemos pasar mucho tiempo hablando de injusticias pasadas, pero quiero que quede claro que cuando hablamos de derechos humanos es porque pensamos que el ideal es no encarcelar a la gente que no está de acuerdo con uno".
"Creo que hay mala prensa y sigue hablando esta prensa en EEUU. Todo el mundo tiene la oportunidad de hablar", concluyó.