A la alocución inaugural del presidente colombiano Juan Manuel Santos, le siguió el ecuatoriano Rafael Correa, quien saludó la gestión del presidente colombiano por el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, aunque señaló también que "la paz no solo es ausencia de guerra", dando pie a sus acotaciones sobre las desigualdades económicas que subsisten en el continente.
Correa consideró que se debería cambiar el tema de la Cumbre por "equidad y justicia para la prosperidad", criticó las intervenciones de los Estados Unidos y a quienes señalan a Ecuador como un país que no respeta la libertad de prensa.
"Cabría preguntarse si una sociedad podría llamarse verdaderamente libre cuando los medios están en manos de sociedades con fines de lucro", disparó en el segmento más encendido de su discurso.
"Creo que todo coincidos en que una buena prensa es vital pero también debemos coincidir en que una mala prensa es mortal para la democracia. Y la prensa latinoamericana es mala, muy mala", sentenció.
El mandatario ecuatoriano lleva un largo historial de enfrentamiento con el periodismo de su país, batalla que ha incluido desde la "ley mordaza" para bloquear a los medios críticos escritos hasta su intento de controlar Facebook para impedir que se publiquen memes que trataban con humor su gestión de gobierno.