Con la necesidad de reemplazar a los viejos Mirage que serán jubilados este año, el gobierno nacional conversa con distintos países para la compra de nuevos aviones de guerra. Las conversaciones ya comenzaron con China, España e Israel. Ayer se sumó a ese pelotón el gobierno de Brasil.
En su primer viaje al exterior, el ministro de Defensa de ese país, Jaques Wagnes, firmó este miércoles en Buenos Aires un documento intitulado "Declaración para la Democracia y la Paz". El texto implica el comienzo formal de las negociaciones para la compra de 24 Gripen NG, aviones de guerra de origen sueco que Brasil empezará a fabricar en su territorio.
El encuentro no fue informado por el gobierno nacional, pero sí por el Ministerio de Defensa brasileño que, a través de su página web, destacó la "elección de Argentina como primer país a ser visitado por el carácter estratégico de la alianza bilateral".
En octubre de 2014, la Fuera Aérea Brasileña (FAB) firmó un contrato con la multinacional sueca SAAB para adquirir 36 aviones de guerra (28 monoplazas y 8 biplazas) que serán construidos en su país.
Con la tecnología adquirida, el gobierno de Dilma Rousseff apuesta a instalarse como principal proveedor de cazas de América Latina. Pero los plazos no son los que Argentina necesita: el país vecino recién recibirá las aeronaves entre 2019 y 2024.
En un primer momento, la negociación por los Gripen NG había sido frenada por la gran cantidad de componentes británicos que incluye. Pero, según publica el diario Ámbito Financiero, en el gobierno argentino confían en que ese problema puede ser saltado con ayuda de otros proveedores.
A fines del mes pasado, el gobierno británico anunció la decisión de reforzar la base militar de las Islas Malvinas con el envío de dos helicópteros Chinook que estaban destinados a Afganistán y una inversión de 267 millones de dólares en diez años para la modernización de la infraestructura.
La decisión fue comunicada apenas horas después de que un diario sensacionalista inglés informara sobre un presunto plan argentino para recuperar el archipiélago con ayuda rusa. Un plan que suena más que improbable y fue negado por el gobierno argentino.
Esa misma semana, una delegación argentina se encontraba en China para iniciar las conversaciones para la compra de hasta 24 jets FC-1/JF-17. Pero el gigante asiático no es el único país con el que se negocia la compra de aviones de combate. Por el momento, la Argentina tiene "dos opciones formales": los modelos F1 españoles y los Kfir Block 60 de Israel. A ellas se sumó ahora Brasil. También existe una propuesta francesa, aunque todavía no fue concretada de manera formal.