Un centenar de periodistas y fotógrafos acudió a la jornada para medios de la nueva Fórmula 4 para registrar el esperado estreno público de un gran protagonista: Mick Schumacher, hijo del heptacampeón de Fórmula 1, Michael.
El joven de 16 años viene probando su coche a puerta cerrada y seguirá con los tests en el circuito de Oschersleben, norte de Alemania. Pero esta vez, en medio de una enorme expectativa mediática y a dos semanas de que comience el campeonato.
El salto de los karts a la Fórmula 4, primer paso del largo camino a la Fórmula 1, implica un desafío inmenso para cualquier joven. Pero la presión será aun mayor para Mick, que llevará a cuestas el ser hijo del piloto más exitoso de la historia.
"Junto con la oportunidad que tiene, se le sumará la carga extra de tener que lidiar tan pronto con la presión", adelantó recientemente Sebastian Vettel, cuatro veces campeón mundial de Fórmula 1 y admirador y amigo del padre de Mick.
El mundo entero asocia el nombre Schumacher a la Fórmula 1, los récords y el registro difícilmente igualable de siete títulos del mundo y 91 victorias en Grandes Premios. Pero también a un destino que sigue teniendo en vilo al mundo: el de un campeón que lucha por recuperarse del accidente de esquí que el 29 de diciembre de 2013 lo dejó en coma durante meses. Desde septiembre sigue su rehabilitación en su casa de Suiza cuidado por su familia.
También ese drama rondará la cabeza de Mick cuando se suba mañana a su coche, un bólido de 160 CV de potencia que alcanza una velocidad de 210 kilómetros por hora. Es el único hijo varón del ex piloto de 46 años, que también tuvo una hija. Los organizadores prometen no hacer diferencias. "Mick será tratado como cualquier otro", señaló el club alemán del automóvil (ADAC).
Pese a su debut, es improbable que Mick se ponga frente a un micrófono ya esta temporada. La familia viene intentando resguardar la privacidad de un adolescente sometido ya a una enorme presión en un momento difícil de su vida.
Mientras tanto, los compañeros del subcampeón mundial y europeo junior de karts hablan por él. "Sabemos que su padre fue heptacampeón del mundo, pero quiero subrayar que Mick aún necesita tiempo para aprender la profesión de piloto. Es un chico maravilloso y amable que tiene que seguir creciendo", contó Frits van Amersfoort, jefe del equipo de Mick en la F4, en una entrevista con el diario Die Welt.
El de Mick será sólo uno de los 42 coches de 18 equipos inscriptos para la Fórmula 4 alemana. La temporada se disputa a lo largo de ocho fines de semana con tres carreras cada uno. El pequeño Schumacher viene familiarizándose con su coche, pero ahora probará por primera vez lo que se siente en medio de la presión mediática. Con ambas cosas tendrá que convivir estrechamente los próximos meses.