El presidente de Perú, Ollanta Humala, dijo hoy que todavía no se pronunciará sobre la respuesta que le dio el gobierno de Michelle Bachelet a la segunda nota de protesta enviada por la Cancillería a raíz del espionaje perpetrado en la Marina de Guerra a favor de Chile, según recoge el portal El Comercio.
El mandatario afirmó que analizará el documento junto a la nueva ministra de Relaciones Exteriores, Ana María Sánchez Vargas, antes de emitir una opinión. Reiteró, además, que defenderá los intereses nacionales "con firmeza y patriotismo", porque "aquí se ha producido un acto de espionaje".
Por último, Humala insistió en que tiene pruebas del supuesto espionaje, entre ellas "la confesión de parte" del director de Inteligencia de la Armada de Chile, Óscar Aranda Mora, quien sostuvo una conversación a través de Whatsapp con su par peruano, Raúl Robles Manrique. En ese chat, el marino chileno reconoce el espionaje hecho contra Perú.
El presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, ratificó días atrás la autenticidad de ese intercambio de mensajes, aunque admitió que no sabe "de dónde salió el documento", en referencia a un informe que supuestamente contiene el diálogo y que fue firmado por él cuando ocupaba el Ministerio de Defensa, para luego ser enviado a la Cancillería.
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"El documento es auténtico, pero niego que haya salido del ministerio de Defensa", agregó Cateriano sobre el texto que la prensa ha especulado que fue filtrado a los medios por el propio ministerio para dar respaldo a la denuncia de espionaje, de la que Relaciones Exteriores se encargó de enviar la carta de protesta a Chile.
"Oye... ¡nos estaban demandando! ¿Qué querías que hiciéramos?"
"Oye... ¡nos estaban demandando! (risas) ¿Qué querías que hiciéramos?", le escribió Aranda a Robles, según el diario peruano Exitosa. En la conversación el chileno atribuía la supuesta irregularidad a la demanda interpuesta por Perú en la Corte Internacional de La Haya en 2008 por los límites marítimos, litigio que fue resuelto a principios de 2013.
De acuerdo a las investigaciones preliminares sobre el caso de espionaje, tres suboficiales de la Armada peruana fueron captados entre 2006 y 2011 por presuntos militares chilenos, a los que entregaron información clasificada, y ahora afrontan un proceso por los delitos de traición a la patria, infidencia y desobediencia.
Tras hacerse público el caso, Perú llamó a consultas a su embajador en Chile el pasado 20 de febrero, cuando también envió una primera nota de protesta pidiendo explicaciones por el presunto espionaje, que fue respondida por Chile, de manera reservada, el 3 de marzo. La Cancillería peruana replicó el 7 de marzo con la retirada de su embajador.