Patricio Gorosito tiene 65 años y actualmente cumple prisión domiciliaria en una casa que posee en Suncho Corral, Santiago del Estero. Su aspecto de jubilado y modo de vida no condice con la grave acusación (y la fortuna millonaria que amasó) en su contra por contrabando de droga y lavado de dinero.
Junto al abogado Carlos Salvatore, es uno de los jefes narco que están involucrados en la causa Carbón Blanco, que investiga el envío a Europa de casi una tonelada de cocaína camuflada en contenedores de carbón vegetal embalados por una empresa de Quitilipi, Chaco, pero que salían desde una propiedad de Gorosito. De acuerdo a la Procelac, la otra pata del negocio era el fútbol, a través del cual circuló el dinero mal habido para "blanquearse".
Gorosito cayó en España junto a otras seis personas en 2010, en medio de uno de los giros de cargamentos. La policía ibérica incautó 762 kilos de cocaína en un contenedor expedido por Agroforestal Litoral SRL. Había también otros dos embarques a Portugal que, cuando AFIP hizo la denuncia, estaban en tránsito en el puerto de Buenos Aires. El 13 y el 14 de marzo de 2012 se ordenaron las requisas y se encontraron entre 1050 bolsas de carbón 77 envoltorios de cocaína que pesaron 519 kilos.
Carbón Blanco fue elevada a juicio en febrero, pero se retrasó por las actuaciones de la defensa. Según publicó hoy el diario La Nación, el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), el fiscal Adolfo Villate, señaló que en mayo próximo se llevaría a cabo el juicio.
Por otro carril circula la investigación que busca desentrañar el destino del dinero proveniente del contrabando de droga. Ese expediente se inició el año pasado. Este 16 de marzo, la casa de Gorosito fue parte de los 39 allanamientos que hizo la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Santiago del Estero. Ese cimbronazo tuvo un paliativo para Gorosito: un fallo de la Cámara de Casación le dio la excarcelación al día siguiente.
Los funcionarios involucrados en la investigación calculan que la organización criminal armó 60 empresas en el país y en el extranjero para licuar el dinero narco, muchas asociadas al rubro inmobiliario.
La historia de Gorosito es peculiar. Antes de ser detenido, su figura creció a un ritmo vertiginoso en el mundillo del deporte en parte gracias a su vínculo con Julio Grondona, el fallecido ex presidente de la AFA. De la nada, este hombre pudo cumplir el "sueño" de fundar su propio club, Real Arroyo Seco. En 2002, un año antes, había perdido las elecciones en el Athletic Arroyo Seco, cuadro de sus amores.
La creación de Real Arroyo Seco tuvo toda la pompa y significó una inversión millonaria. Había comprado un predio de 21 hectáreas, en la que hizo siete canchas de fútbol profesional, junto a un estadio para 12.000 espectadores sentados en butacas de plástico.
De acuerdo a lo publicado hoy por el matutino, ese negocio se completaba con un hotel de cuatro estrellas edificado por Constructora Deportiva SA, propiedad de Genaro Aversa, yerno de Grondona. Real Arroyo Seco contó con el DT Oscar Craiyacich, que hizo dupla en la zaga de Rosario Central con Edgardo Bauza, actual entrenador de San Lorenzo. Alcanzó la final del Torneo Argentino A, pero perdió con Gimnasia de Concepción del Uruguay.
Los beneficios de la amistad con Grondona llevó a Gorosito a pensar en grande. El 4 de octubre de 2006, Patricio firmó un acuerdo con el a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Barcelona/a FC. El convenio incluyó acto con el presidente del club catalán, Joan Laporta, quien le entregó la camiseta N° 10, la de Lionel Messi, con la inscripción "Gorosito" en la espalda. Por su parte, Gorosito le dio la casaca del "Real", con la publicidad del restaurante Katrine. La buena relación con la entidad española no quedó ahí: el crack argentino era vecino del club y usó las instalaciones deportivas durante su recuperación de una lesión, en marzo de 2008.
Cuatro años después, Gorosito vendió el club y el predio a Rosario Central por 16.100.000 dólares. La trama narco acá se despliega de manera alarmante. El diario La Capital publicó que el acercamiento entre Gorosito y el entonces presidente "canalla" Horacio Usandizaga lo había armado el ex jefe de la policía de Santa Fe, Ricardo Milicic. Cabe recordar que toda la cúpula policial fue descabezada por su connivencia con la narcocriminalidad.
Con la concreción de esa operación, los negocios migraron hacia el Norte. Gorosito compró un campo de 3800 hectáreas en la santiagueña Suncho Corral para producir carbón vegetal.
Sin embargo, los negocios vinculados al deporte no terminaron allí. En 2011, se convirtió en una suerte de "manager" de Atlético Mitre. Vendía sus contactos con Grondona y ofrecía jugadores para la categoría zonal. Mientras ese era el rostro "visible" del empresario, el "invisible" pasaba por el carbón que exportaba a través de la empresa Carbón Vegetal del Litoral, con sede en Quitilipi, Chaco.
La Procelac estima que desde 2003 se realizaba el tráfico de cocaína. Gorosito fue detenido en España y extraditado el 10 de abril de 2013. El procesamiento llegó el 14 de febrero de 2013, de parte de la jueza Zunilda Niremperger. La magistrada dictó esa medida a él y a Salvatore por "contrabando calificado de estupefacientes y por asociación ilícita".En la causa también están sospechados agentes de la Aduana, ya que el cargamento debió pasar obligatoriamente por escáneres.
En lo que respecta a Salvatore, el abogado también está con prisión domiciliaria, por problemas de salud, en una casa del barrio porteño de Belgrano R. Ahora bien, un fiscal de Chaco pidió que le sea revocado ese beneficio al abogado luego de que trascendió una conversación telefónica con su esposa -detenida en la causa de lavado- en la que amenazó con mandar a matar a la jueza Niremperger.
Gorosito salió en libertad el 18 de marzo. El pasado lunes 31 de marzo, se presentó ante la Cámara Federal de Roque Saénz Peña que lleva adelante su causa, donde declaró voluntariamente.
En ese marco, el acusado admitió su vinculación con el tráfico de estupefacientes. "Yo sé la locura que cometí, lo reconocí ante el juzgado, mi parte fue agarrar un dinero de acá y llevarlo a Europa", declaró ante la prensa, y explicó que como "estaba relacionada con la agencia de jugadores, podía viajar fácil a Europa. Llevaba una suma que les hacía falta y la entregaba allá". Hasta pidió disculpas: "Me equivoqué, no medí las consecuencias".