Un grupo de islamistas somalíes shebab, vinculados a Al Qaeda, asaltaron este jueves una residencia universitaria en Kenia y masacraron a más de cien estudiantes, tras una larga toma de rehenes. Hay "147 víctimas fatales confirmadas en el ataque", dijo la universidad en un comunicado, en el que especificó que la toma de rehenes y los combates entre los insurgentes y las fuerzas del orden ya habían concluido.
La operación fue perpetrada por hombres enmascarados que lanzaron granadas y dispararon rifles semiautomáticos en la localidad de Garissa, situada a 150 kilómetros de la frontera con Somalia.
Los atacantes irrumpieron por la madrugada en el campus disparando contra dos guardias en la entrada principal. Una vez en el interior, abrieron fuego indiscriminadamente y luego entraron en la residencia universitaria, donde tomaron varios edificios.
"Nos despertamos por los sonidos de las balas. (...) Nadie sabía lo que estaba pasando, las mujeres gritaban y la gente corría para salvar su vida", dijo Ungama John, un estudiante.
La Cruz Roja dio parte de 30 heridos ingresados en el hospital, cuatro de ellos en estado crítico, que fueron evacuados en avión a Nairobi, a unos 350 km. Según precisó, la mayoría de víctimas presenta heridas de bala.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el ataque y exigió que los responsables sean llevados ante la Justicia.
Un vocero de los shebab, Sheij Ali Mohamud Rage, reivindicó la autoría del asalto y alegó que "Kenia está en guerra con Somalia" por haber intervenido militarmente en este país contra bases islamistas.
El ministro del Interior informó que en el ataque, que derivó en una feroz toma de rehenes en el recinto universitario que se extendió durante más de 12 horas, fueron abatidos cuatro asaltantes.
Este ataque es el más grave en el país africano desde el atentado con bomba contra la embajada de Estados Unidos en 1998.