Tal como había sido anunciado, a las 0 del martes 31 de marzo se inició una huelga general que se siente con fuerza en las calles. La medida, que en principio había sido anunciada por los gremios del transporte, se extendió a otros sectores con poder paralizante: camioneros, bancos, estaciones de servicio y judiciales, entre otros.
Algunos grupos de izquierda lanzaron un cronograma de cortes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, lo que genera un impacto aún mayor. A primera hora de la mañana, ex trabajadores de LEAR iniciaron un piquete en Panamericana, a la altura de Henry Ford. A las 6, una columna del Polo Obrero se situó sobre el Puente Pueyrredón.
El epicentro de la huelga es el transporte: el paro es total en colectivos, trenes, subtes, Premetro y aviones. El único medio habilitado para que las personas se trasladen son los taxis. El sindicato de peones, que comanda Omar Viviani, no se sumó a la medida. Sin embargo, los autos disponibles están repletos y es muy difícil conseguir un lugar para transportarse.
Los conductores de taxis también podrían sentir las consecuencias de la medida de fuerza. Sucede que las mayorías de estaciones de servicio están paralizadas y el combustible es uno de los insumos vitales para su trabajo.
El reclamo se ve potenciado por la adhesión de la CGT Azopardo, de Hugo Moyano ; la CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo; la CTA disidente, de Pablo Micheli; bancarios; los docentes de Udocba y la Federación de Educadores Bonaerenses; Asociación de Trabajadores del Estado (ATE); maquinistas y señaladores ferroviarios.
El apoyo de Camioneros provoca que tampoco haya reparto de mercaderías, recolección de residuos ni transporte de caudales. Esto podría generar algún faltante en los cajeros automáticos. Además los bancos van a estar cerrados durante todo el día.
La actividad también se verá disminuida en los tribunales. El sector sindical que lidera Julio Piumato anunció su adhesión a la medida de fuerza. Es posible que algunos juzgados igualmente estén abiertos, con personal jerárquico en mesa de entradas. El martes es día de nota, jornada en la que los abogados están obligados a concurrir a consultar ciertos expedientes, sin embargo la Corte suele declarar inhábiles las jornadas de protesta.
Por obligación, las escuelas tendrán sus puertas abiertas aunque es posible que los chicos tengan varias horas vacías. Son varios los gremios docentes que anunciaron su participación en las medidas de fuerza.
El gobierno nacional cuestionó la huelga con un argumento estadístico: el ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró que el paro nacional de este martes no es por el impuesto a las Ganancias, ya que -precisó- sólo "afecta sólo al "6% u 8% de los trabajadores". "Aún si dijéramos que no lo pagan, seguiría la medida", consideró.
El funcionario destacó que al analizar los números oficiales encontraron que apenas una de cada diez personas que trabajan están afectadas por Ganancias y volvió a insistir con que hay otra motivación detrás de la medida de fuerza. Sin embargo, cuando le preguntaron cuál era esa causa, prefirió no señalar a nadie y envió un mensaje ambigüo: "Las razones son de público conocimiento".