En conferencia de prensa, junto al Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo "el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias está muy bien, y afecta aproximadamente al 6% u 8% de los trabajadores argentinos. Y si se toma sólo a los trabajadores registrados, esa cifra sube al 11 por ciento".
Infobae intentó chequear esos números en la AFIP, pero fuentes autorizadas indicaron que "ese dato no lo podemos dar, menos este momento de alta sensibilidad política, porque el organismo no está autorizado a brindarlo". El secreto no se comprende, porque no se está consultando sobre un contribuyente en particular, sino sobre la cantidad de personas físicas alcanzadas por el tributo y su distribución en forma agregada por rama de actividad.
Sin embargo, las estadísticas públicas posibilitaron a Infobae llegar a una aproximación de la cantidad de personas físicas que aportan al fisco sólo por Ganancias entre uno y más de cuatro salarios al año: se ubican en un rango de 1,5 y 2,9 millones de personas. En el primer caso representa 8,5% del total de trabajadores y 14,3% de los ocupados registrados; mientras que en el segundo sube a 16,3% y 27,6%, total y en blanco, respectivamente.
Un ejercicio de aproximación consiste en sumar a los ocupados en las actividades que a fines de 2013 tenían un ingreso promedio superior a $15.000, tanto en el sector privado y público, los cuales se incrementaron en el año siguiente en 2.727 personas en el primer caso y en 9.003 en el segundo, según informó el Indec, a través de la serie de Distribución Funcional del Ingreso, pese al cuadro recesivo.
Sobresalen en cantidad trabajadores del transporte, bancarios, mineros, petroleros, telecomunicaciones y sector público
Las ramas de actividad privada más numerosas con salarios brutos muy superiores a $15.000 que es la base imponible que se fijo discrecionalmente en 2013, aunque también tributan quienes entonces ganaban más, pero ahora por efecto del recorte de la jornada laboral o haber cambiado de actividad a uno con menor retribución, seguirá contribuyente a un impuesto al que técnicamente se lo califica como progresivo, pero se ha tornado regresivo, son la de transportistas con unos 313.000 trabajadores registrados (168.500 abocados al tráfico de pasajeros por buses y ferrocarril y 145.4 00 al movimiento de cargas por esos medios); bancarios 103.460; telecomunicaciones 73.900; seguros 61.600; industria plástica 47.500; sector de energía eléctrica 40.000; laboratorios 37.600; terminales automotrices 30.000 personas, entre otras.
Mientras que en el sector público registrado por el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones sobresalen los empleados por los organismos descentralizados con casi 136.875 personas que en promedio percibían a fines de 2013 más de $15.000; $33.000 en las empresas públicas; $20.900 en el Banco Nación; y $11.900 en el Poder Legislativo.
Y así como en el promedio tomado como referencia se incluyen seguramente trabajadores que percibían un salario inferior al mínimo no imponible, en el resto del 85% de los empleados privados registrados en sectores con remuneraciones por debajo de ese punto de referencia, también hay una parte de la nómina que ganan mucho más que dicho nivel.
Estimación alternativa
Otra forma de aproximación a la cantidad de contribuyentes efectivos al Impuesto a las Ganancias es tomar como referencia los datos de Distribución del Ingreso, divididos en 10 tramos iguales en cantidad de personas, los cuales no sólo abarca a los trabajadores, sino a todos los perceptores de recursos monetarios, como jubilados y pensionados, parte de los cuales están alcanzados por el tributo.
De ahí surge que entre los jefes de familia, que el Indec denomina como "ingreso de la ocupación principal del hogar" a fines de 2015 sumaban 1,5 millones de personas quienes tenían ingreso superior a $15.000 y otros 330.000 de miembros no principales del grupo habitacional.
Sin embargo, esos datos que brinda la Encuesta Permanente de Hogares, toma como referencia una población inferior a 27 millones de personas. Por tanto, si se proyecta al total país de poco más de 42 millones de habitantes se obtiene que 2,36 millones de trabajadores jefe de hogar superaban el piso a partir del cual se paga Ganancias, y otros 520 mil no jefe. En conjunto representaban 16,3% de la población ocupada y 27,1% de los registrados como asalariado y cuenta propista; y más de 21%,si se considera el total de asalariados registriados junto a la suma jubilados.
Unos 2,4 millones de jefes de hogar ganan en promedio más de 15.000 pesos
Como sea, no hay duda de que el mal llamado Impuesto a las Ganancias de la denominada cuarta categoría, porque grava el trabajo y no asegura servicios esenciales, se ha convertido en un gravamen destinado a captar el impuesto inflacionario y debilitar el poder de compra real de los trabajadores y con aplicación discrecional, abandonando un principio básico de política tributaria, como es el de la equidad: a igual ingreso y estructura de gasto familiar igual impuesto.
Ganancias se ha convertido en un impuesto discriminatorio y por tanto inequitativo
Así lo explicó con claridad el economista Nadín Argañaraz, director del Instituto Argentino de la Realidad Fiscal, en sus informes, y en su paso por la pantalla de InfobaeTV.
"Un trabajador que en 2013 percibía mensualmente una remuneración bruta de hasta $15.000 y en el 2014 presenta ingresos mensuales de por ejemplo $50.000 técnicamente no debe ser sujeto de retenciones en concepto de Impuesto a las Ganancias obteniendo un tratamiento claramente beneficioso".
Por el contrario, agrega: "Un empleado soltero que ganaba $15.001 en 2013 y en 2014 ha sufrido una reducción de sus ingresos brutos mensuales por ejemplo a $14.000, se le deben efectuar retenciones de Impuesto a las Ganancias por $14.815 en el año, con lo cual además de la reducción del salario se verá afectado por el tributo, a pesar de estar percibiendo una remuneración inferior a otro trabajador que no debe tributar".