Una maestra de un pequeña ciudad en Pakistán fue violada por cuatro hombres, quienes grabaron la deplorable acción con el celular y subieron el video a internet. Las imágenes fueron difundidas a través de teléfonos móviles y llegaron a Facebook y otras redes sociales, según informó El Comercio.
La mujer, cuyo seudónimo es Sadia, tiene 23 años y desde que murió su madre se ocupa de sus hermanos pequeños.
Según ella misma contó en una entrevista para la BBC, un día salió al mercado para comprar el uniforme escolar de su hermana y unos hombres la atraparon, la metieron a un auto y la amenazaron con un arma.
Luego, se la llevaron a una casa donde fue ultrajada. "Después de suplicarles y rogarles, me golpearon aún más", narró.
"Me dijeron que si no hacía lo que ellos querían, le mostrarían el video a todo el mundo, lo pondrían en internet, lastimarían a mis hermanos y a mi hermana"
"Me dijeron que si no hacía lo que ellos querían, le mostrarían el video a todo el mundo, lo pondrían en internet, lastimarían a mis hermanos y a mi hermana", explicó Sadia. "No temía por mí misma, pero no quería ver el futuro de mis hermanos en peligro por mi causa. Por eso no le dije a nadie", añadió.
Sadia pensó que permanecer en silencio la protegería de la humillación de ser reconocida como una víctima de violencia sexual. Sin embargo, semanas después del suceso comenzaron a circular imágenes en Facebook del episodio.
Uno de los videos, que aún circula en la red social, dura 5 minutos y aparecen los cuatro hombres violando a Saida, mientras ella pide misericordia. La grabación se difundió rápidamente a través de las aldeas y pueblos de la región del Punjab, en Pakistán.
A pesar de que los cuatro acusados están detenidos en un cuartel de policía y su juicio está en marcha, Saida se siente destruida.
Pesan sobre los acusados cargos por violación grupal y secuestro, pero también se los acusa de distribuir pornografía, delito cuya pena es de tres meses de cárcel. Sin embargo, Pakistán no tiene leyes que prohíban la difusión de los videos.
"Algunos de mis colegas me han visitado y me animan para que complete mis estudios", dijo Saida. "Ellos dicen que debería dejar todo esto atrás, pero no puedo. No hasta que los hombres sean castigados", concluyó.