"Luego de más de 10 días de operaciones de registro y control, de intensas labores de búsqueda, tropas de la Novena Brigada, adscriptas a la Quinta División del Ejército Nacional, lograron ubicar el cadáver de Abel Tavera Jaramillo, alias 'Pedro Nel', cabecilla del Frente 66 de las a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" FARC/a", dijo en rueda de prensa el comandante del Ejército Jaime Lasprilla.
Tavera Jaramillo resultó herido "el 12 de marzo en un enfrentamiento con tropas de la Novena Brigada" en el sur del departamento de Tolima (centro) y desde entonces las autoridades sospechaban que podría haber muerto a consecuencia de sus heridas, precisó Lasprilla.
El cuerpo del líder del Frente 66 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), una unidad que actúa en los departamentos de Toloma y Huila (suroeste), había sido enterrado por miembros de la guerrilla en una zona rural.
Según el comandante del Ejército, el fallecido había participado "en múltiples actos terroristas en contra de la población civil y tropas en Tolima y Huila" y tenía "entre sus funciones reclutar y entrenar menores de edad".
Las FARC sostienen negociaciones de paz en Cuba con el gobierno de Juan Manuel Santos desde noviembre de 2012 y en el marco de este proceso decretaron un cese del fuego unilateral e indefinida desde diciembre.
La semana pasada, la guerrilla advirtió, sin embargo, que la tregua unilateral se está "desvaneciendo" por los constantes ataques del Ejército a este grupo rebelde y pidió al Gobierno que "paren ya estas operaciones contra las fuerzas guerrilleras" para no obligarlos a romper el alto el fuego.
Santos, que se ha negado a un cese del fuego bilateral por considerar que podría fortalecer a la guerrilla, anunció, no obstante, hace dos semanas el cese de los bombardeos contra las FARC durante un mes, en una apuesta por el "desescalamiento" del conflicto armado.
El conflicto en Colombia, en el que han participado a lo largo de más de medio siglo guerrillas, paramilitares, bandas criminales y agentes del Estado, ha dejado oficialmente al menos 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados.