"Se ha recuperado una de las cajas negras y se ha comenzado el trabajo de descifrado inmediatamente", señaló el ministro del Interior de Francia Bernard Cazeneuve ante los periodistas que lo abordaron este martes por la mañana.
El funcionario señaló que el hallazgo "permitirá a los investigadores avanzar rápidamente en su investigación", mientras que "se han tomado las medidas para acordonar la zona del siniestro".
Las hipótesis sobre las razones del siniestro plantean incógnitas sin resolver. Llama la atención que los pocos datos que se conocer no señalan ninguna dificultad climática ni técnica concreta, y que los pilotos, a lo largo de un descenso de ocho minutos en los que pasaron de volar a unos diez mil metros a apenas dos mil, no hayan enviado una alerta.
"Mañana, con la llegada de especialistas, la policía judicial y antropólogos, podremos poner en marcha la investigación con mejores condiciones", señaló Cazeneuve, integrantes de un gobierno que ha advertido que "no se puede descartar ninguna hipótesis" con respecto al motivo de la tragedia.
Cazeneuve señaló que las autoridades provinciales se están movilizando "para acoger a los familiares que pudieran llegar" para monitorear de cerca la búsqueda de los restos de los seres queridos que estaban en el avión.
Qué hay en las cajas
Los Flight recorder son tan pequeños que entrarían en una caja de zapatos. Se guardan en la parte de atrás de los aviones, porque se especula que la parte delantera quedará en peores condiciones en caso de una caída. La caja está hecha de aluminio y diseñada para soportar un impacto masivo.
Si bien su color original era negro, para aumentar las posibilidades de localización se las comenzó a pintar de naranja fosforescente, de manera que respondan mejor a las búsquedas a cualquier hora y en cualquier superficie.