El Museo del Bardo de Túnez, donde al menos 19 personas murieron el miércoles en un ataque, alberga una colección excepcional de mosaicos en un edificio cercano al Parlamento.
La riqueza de sus colecciones, que abarcan la prehistoria y las épocas fenicia, púnica, númida, romana, cristiana y árabe-islámica, es única.
El museo duplicó en 2012 su superficie de exposición para alcanzar los 23.000 metros cuadrados y reorganizó su presentación.
Entre las obras maestras, El triunfo de Neptuno, de 13 metros por 8 metros del siglo II, es el mayor mosaico vertical del mundo.
Otra pieza clave es la colección de mosaicos titulada La alcoba de Virgilio, que representa al poeta autor de la Eneide rodeado de musas.
Instalado en un palacio de la época del Imperio Otomano, el museo acoge a centenares de miles de visitantes cada año y registró su mayor número en 2005, con 600.000 personas. En 2011, año de la rebelión de la Primavera Árabe, sólo lo visitaron 100.000.
El turismo, sector clave de la economía tunecina, quedó muy afectado por las crisis políticas y el surgimiento del movimiento yihadista tras la revolución que derrocó al presidente Zine el Abidin Ben Alí en enero de 2011.
En 2014, los ingresos turísticos registraron un leve crecimiento. El número de turistas bajó, sin embargo, ese año, de 3,2%, hasta 6,07 millones, frente a 6,27 millones en 2013.
Al menos 19 personas han muerto en el ataque al Museo Nacional Bardo en Túnez este miércoles. El lugar estaba repleto de turistas cuando la guardia de seguridad de la Asamblea Nacional, vecina al museo, se percató de que se acercaba un grupo de uniformados que no portaban armas reglamentarias. Tras pedirles que se detuvieran, se desató un tiroteo.
Los asaltantes huyeron, entonces, del edificio legislativo y se refugiaron en el museo, adonde llegaron armados con granadas y disparando rifles Kalashnikov, según los reportes de medios locales.