El juez federal Sebastián Casanello condenó a dos años de prisión en suspenso al ex jefe de la Armada y almirante Jorge Godoy por espionaje a políticos, dirigentes y civiles que la fuerza realizó de 2002 a 2006 desde la base aeronaval Almirante Zar, en el sur del país.
La sentencia incluyó al almirante Benito Rótolo, ex subjefe del Estado Mayor Conjunto de la Armada, también condenado pero por un monto menor: un año y ocho meses en suspenso, también por el delito de espionaje ilegal. El magistrado dispuso además que Godoy y Rótolo sean inhabilitados para desempeñar cargos públicos por el doble de tiempo de la condena.
En el fallo, Casanello ordenó que los marinos realicen un curso sobre Derechos Humanos y Derecho Constitucional.
El fiscal federal Fernando Gelves y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que actuó como querellante, habían pedido que Godoy y Rótolo fuesen condenados a dos años de prisión por abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios públicos, la pena máxima prevista.
Tanto la fiscalía como la querella solicitaron que la pena para Godoy sea de cumplimiento efectivo, mientras que las defensas de los acusados pidieron su absolución.
Los acusadores dieron por probado que tanto Godoy como Rótolo fueron los responsables del espionaje ilegal, por ser los jefes de la fuerza, y de haber dado las órdenes a sus subalternos.
Según la investigación, entre otros fueron víctimas del espionaje la entonces ministra de Defensa Nilda Garré, el periodista y titular del CELS, Horacio Verbitsky, y Abuelas de Plaza Mayo.