La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, evalúa cambios en su gabinete ante la alta impopularidad que provocó el caso de corrupción en Petrobas y el bajo rendimiento económico, que se tradujo en la marcha opositora del domingo, en la que participaron casi dos millones de personas.
De acuerdo con el portal Brasil 247, el gobierno de Rousseff busca unificar su base aliada y comprometer a su coalición con la defensa de su Administración. Por eso, en los próximos días, podrían ser anunciados reemplazos entre los ministros. Rousseff inició su segundo mandato hace menos de tres meses.
La reformulación del gabinete plantearía un nuevo acuerdo con el PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), según el mencionado sitio. El partido, uno de los más importantes de Brasil, tiene cinco carteras, aunque son débiles en términos de presupuesto e influencia. Una mayor presencia del PMDB, al que se le ofrecería la coordinación política, sería una opción para ampliar el apoyo.
En caso de que el PMDB no aceptara, la presidente sustituiría de todos modos al ministro de Relaciones Institucionales, Pepe Vargas, que no dialoga con los presidentes de ambas Cámaras del Congreso y tiene en el Poder Legislativo un tránsito restringido. El ministro de Defensa, Jaques Wagner, y el de Comunicaciones, Ricardo Berzoini, suenan como posibles reemplazantes.
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También se discute una recomposición más amplia del Gobierno, con una renegociación del apoyo de todos los partidos estableciendo como premisa general que para estar en el Gobierno es necesario el compromiso de apoyo de las bancadas. El objetivo de mejorar el rendimiento en el Congreso está vinculado con la insistencia de Rousseff de aprobar una reforma política.
En su primera aparición pública tras la manifestación del domingo, Rousseff volvió a pedir apoyo parlamentario para aprobar la reforma, que considera necesaria para mejorar la representación de los distintos sectores políticos y sociales.
Rousseff afirmó que su gobierno está abierto a escuchar a toda la sociedad en la toma de medidas y reiteró su "convicción de que la coyuntura actual apunta a la necesidad urgente de realizar una amplia reforma política"."Mi compromiso es gobernar para los 203 millones de brasileños", subrayó ayer en la firma del Código Civil Procesal. Prometió, además, el anuncio de un paquete de medidas para combatir la corrupción.
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