Tras las protestas, Rousseff convocó a su vicepresidente y a nueve ministros

La mandataria brasileña los llamó para mantener una reunión en el Palacio del Planalto. El domingo, casi dos millones de personas salieron a las calles para pedir su destitución ante los casos de corrupción

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 AP 163
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Las masivas manifestaciones contra el gobierno de Dilma Rousseff que tuvieron lugar ayer en distintos puntos de Brasil surtieron su primer efecto. La mandataria llamó hoy a una reunión en el Palacio del Planalto a su vicepresidente, Michel Temer, y a nueve ministros de su gabinete para analizar un paquete de medidas anticorrupción que será anunciado esta semana.

La marcha organizada por sectores de la oposición convocó a casi dos millones de personas en 65 ciudades del país. En San Pablo, se registró la mayor asistencia, con un millón de manifestantes. Las consignas iban desde el reclamo de renuncia de la presidente, que asumió su segundo mandato en enero en medio del escándalo por los sobornos en Petrobras, hasta la intervención militar.

Si bien el número de asistentes representa el 1% de los 200 millones de habitantes en Brasil, se trata de una de las mayores protestas de los últimos tiempos y un fuerte llamado de atención para Rousseff. Ya hoy el Gobierno dejó en claro que ésta "abierto al más amplio diálogo" con los sectores políticos y sociales.

 AFP 163
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Así lo declaró hoy el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, tras la reunión en la que también participaron Miguel Rossetto (Secretaría General de la Presidencia), Aloizio Mercadante (Casa Civil), Jaques Wagner (Defensa), Gilberto Kassab (Ciudades), Eliseu Padilha (Aviación Civil), Eduardo Braga (Minas y Energía), Aldo Rebelo (Ciencia y Tecnología) y Pepe Vargas (Relaciones Institucionales), de acuerdo con el portal Brasil 247.

"Hay que oír la voz de la calle y no importa si aplaude o abuchea al Gobierno"

"Reconocemos el carácter democrático de las manifestaciones" y "reafirmamos que el Gobierno está enteramente dispuesto al diálogo" con "los que lo apoyan y los que están en contra", declaró Cardozo en una rueda de prensa. "La primera respuesta que se debe dar a unas manifestaciones es escucharlas. Hay que oír la voz de la calle y no importa si aplaude o abuchea al Gobierno", agregó.

El ministro aseguró que la convocatoria a ese diálogo es hecha "con humildad", pues "es fundamental" para el país que "se superen las diferencias, se busquen las convergencias y se construyan las alternativas necesarias para actuar bien en los campos económico y político".

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Cardozo dijo que, según el análisis del Gobierno, las protestas de este domingo, las mayores desde las manifestaciones de 2013, han sido impulsadas por la indignación de la ciudadanía con el escándalo de corrupción en la empresa Petrobras, por el que están bajo investigación 50 políticos.

"Es un hecho que la corrupción existe hace muchos años", pero "también es un hecho que las condiciones creadas en los últimos tiempos para la investigación y el fortalecimiento de los mecanismos de control mejoraron el combate a este mal", aseguró. Cardozo insistió en que para "cerrarle la puerta" a la corrupción es necesario que se debata y se concrete una reforma política.

"Es un hecho que la corrupción existe hace muchos años"

Dicha reforma es uno de los proyectos que Rousseff ya había pedido en 2013 y proclamado durante su campaña electoral. Sin embargo, el Congreso brasileño -altamente fragmentado debido a la presencia de un centenar de partidos políticos- no logra desde hace una década el consenso necesario para aprobarla.

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